Campañas y moda
|Politóloga María del Carmen Peláez
Josefina. Si tuviéramos que definirla con terminología de moda, la campaña de Josefina Vázquez Mota luce cada vez más otoño-invierno. La paleta de colores sólo alcanza para tonos fríos y apagados. Se le ve triste, solitaria en medio de la multitud que la acompaña. Sin capacidad de respuesta en ambientes hostiles. Como aquellas modelos a las que se les rompe el zapato y rompen a llorar.
Andrés Manuel. Si la panista es otoño-invierno, Andrés Manuel López Obrador es sólo invierno. Ha perdido sus galas de rebelde y soñador, para convertirse en una especie de Grinch arrepentido que porta como accesorio un gran letrero que dice: amaos los unos a los otros. Se nota cansado, fuera de forma. Apenas con ánimos de exclamar «¡Paren de sufrir!»
Enrique. Es ejemplo de los avances de primavera- verano. Apariencia jovial y luminosa. Maquillaje perfecto. Todo un personaje de una mala telenovela listo para ser adorado por las multitudes. Enrique Peña Nieto mantiene paso firme en el mundo de las apariencias, que es el que muchas veces gana sobre la conciencia.
Gabriel. ¿Es el diseñador? Si esto fuera una pasarela y Gabriel Quadri desfilara por aquí, ésa sería la pregunta. Desgarbado y con look de hippie redimido de los setenta, no tiene las cualidades de un “modelo presidencial”. Pero estará en las boletas. Y en términos de moda mucho más cerca del otoño.
¿Y las propuestas? Todos ofrecen más o menos lo mismo. Empleo, salud, seguridad, educación. Cada uno de ellos dice tener la receta perfecta. Al elector sólo le queda examinarlos fuera de los reflectores de las pasarelas y votar por quien tenga una oferta más sensata para el país.