El financiamiento ilegal a las campañas pudo no haber desaparecido, sospechan
|La firma Integralia Consultores advierte que el uso de dinero en efectivo aumenta en periodos electorales lo que hace suponer que se desvía al financiamiento ilegal.
Hay rastros de que esto pudo haber ocurrido en las elecciones para gobernador de Hidalgo, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas.
En un comunicado, la firma que dirige Luis Carlos Ugalde establece que en las dos últimas elecciones federales (2012 y 2015) se observa un aumento promedio de 33 mil 165 millones de pesos en el flujo de efectivo durante los meses previos a la celebración de elecciones federales, por encima de los flujos de años no-electorales, cifra que llegó a más de 37 mil millones de pesos en la elección presidencial de 2012.
Con base en solicitudes de información y en la revisión de los informes trimestrales del Banco de México (Banxico) de los últimos años, se observa que la demanda de efectivo aumenta durante el primer semestre de los años con elecciones federales, en comparación al resto del año y en comparación a los años sin elecciones. En diversos informes, Banxico ha señalado que existe un “efecto temporal que la celebración de elecciones en nuestro país tiene sobre la demanda de dinero”.
Apunta que en 2012, año de elección presidencial, el flujo de efectivo aumentó 37 mil 374 millones de pesos de febrero a junio, equivalente a un crecimiento de 5% de M1, que es el flujo de billetes y monedas en circulación en poder del público. El aumento es desproporcionado y sale de los patrones normales de demanda de dinero. Un año antes el flujo había disminuido 2 mil 958 millones de pesos en el mismo periodo y un año después, en 2013, el flujo también disminuyó, ahora en 5 mil 119 millones de pesos. Todo ello sugiere que una porción significativa del aumento del flujo de efectivo en 2012 puede deberse a actividades relacionadas con el proceso electoral.
Tome nota: En 2015, año de elecciones intermedias, el flujo de efectivo creció 28 mil 956 millones de pesos (crecimiento de 3% de M1); un año antes el incremento había sido de 11 mil 459 millones de pesos. Aunque son muchas las variables que intervienen para determinar la demanda de dinero, el aumento de 2015 también muestra un patrón fuera de norma y sugeriría un aumento neto del flujo de efectivo debido a la celebración de elecciones (si se hiciera una simple resta el posible efecto “electoral” sería de más de 17 mil millones de pesos). Esta tendencia a la alza en la demanda de efectivo durante años electorales cae siempre después de junio para volver a aumentar en noviembre.
El año 2009 es el único con elecciones federales en el que el flujo de efectivo disminuyó entre febrero y junio, lo cual podría explicarse por la crisis económica de 2008-2009 en la que toda la actividad económica resultó afectada.
Integralia realiza actualmente un análisis a nivel estatal para verificar el mismo fenómeno: si las elecciones de gobernador se acompañan de aumento de efectivo en los meses previos a la jornada electoral. Algunos datos así lo sugieren.
Por ejemplo, en 2010, cuando se celebraron 12 elecciones estatales, tal como ocurrirá este año, el crecimiento promedio mensual de M1 en esas entidades fue de 18%. Un año después el crecimiento en las mismas entidades fue de solo 5% y de 7% a nivel nacional.
Resalta Hidalgo: en mayo de 2010 el flujo de efectivo a partir de retiros bancarios fue de 902 millones de pesos; un año después, ya sin elecciones en puerta, el retiro fue de 626 millones en el mismo mes, una diferencia de 45%.
Los mismos patrones se han observado en otras entidades con elecciones como Quintana Roo, Durango y Tamaulipas.
- En mayo de 2010, el flujo de efectivo en Quintana Roo fue de 1,206 millones de pesos; en el mismo mes de 2011 fue de 932 millones (una diferencia de 29%).
- Durango: el monto de retiros bancarios en marzo de 2010 fue de 616 millones y se redujo a 427 millones en marzo de 2011 (diferencia de 44%).
- Tamaulipas: retiros bancarios en marzo de 2010 de 2,030 millones de pesos, cifra mayor a los 1,414 de marzo de 2011 (diferencia de 44%).
Tabla 1. Mes previo a la elección con mayor diferencia en el flujo de efectivo respecto al año posterior (diferencia neta entre 2011 y 2010) | |||||
Estado | Mes | Monto 2010 | Monto 2011 | Diferencia nominal neta | Diferencia porcentual |
Hidalgo | Mayo | 902 mdp | 626 mdp | 276 mdp | 45 |
Durango | Marzo | 616 mdp | 427 mdp | 189 mdp | 44 |
Tamaulipas | Marzo | 2030 mdp | 1414 mdp | 616 mdp | 44 |
Quintana Roo | Mayo | 1206 mdp | 932 mdp | 274 mdp | 29 |
Fuente: Solicitud de información al Banco de México por Integralia. Flujos mensuales de billete y monedas por entidad federativa (retiros y depósitos), periodicidad mensual de enero de 2006 a abril de 2016.
Cabe mencionar que la información a nivel estatal es insuficiente para generalizar el fenómeno. Integralia realizará mayor investigación para analizar el fenómeno en los últimos años, incluido 2016, a fin de detectar patrones más claros por entidad federativa.
Dinero en efectivo, ¿para qué?
Los incrementos en el flujo de efectivo en periodos electorales pueden dar una pista del volumen de dinero que se usa para financiar campañas de forma ilegal.
Aunque la ley ha puesto candados para que las operaciones se bancaricen, muchos gastos de campaña se pagan en efectivo, ya sea porque los fondos provienen de fuentes ilegales (desvío de recursos públicos, donaciones privadas por encima de los topes legales, personas morales e incluso dinero del crimen organizado), o bien, porque se usan para pagar actividades proscritas por ley (cobertura informativa, clientelismo electoral y compra del voto), o bien, para evitar rebasar los topes de gastos de campaña.
La reglamentación electoral permite que los partidos fondeen ciertas actividades mediante pagos en efectivo (por ejemplo, para reconocimiento a personas por actividades políticas durante las campañas, también conocidos como Repaps). Para ello se establecen porcentajes máximos por partido. Según los informes de gastos de campaña de 2012, todos los partidos nacionales erogaron 37.8 millones en efectivo, mientras que el máximo anual que podrían haber gastado ascendía a 258.73 millones de pesos.
Si se sumaran los gastos de campañas locales (gobernadores, diputados locales y alcaldes), la cifra podría aumentar pero no superaría algunos cientos de millones de pesos. Ese monto contrasta con el incremento de más de 37 mil millones de pesos en el uso de efectivo en los meses de las campañas electorales.
Integralia, añade que para tener una idea de la probable magnitud del uso de efectivo para financiar campañas electorales, se puede comparar el incremento de M1 con el financiamiento público total que reciben los partidos en años electorales. Mientras en 2012 el incremento del uso de efectivo a nivel nacional fue de más de 37 mil millones de pesos, los ingresos legales de los partidos por la vía del financiamiento público en el ámbito nacional y estatal fueron de 8,295 millones de pesos. Eso significa que todo lo que reciben los partidos para gastos ordinarios y de campaña constituye apenas una cuarta parte del posible uso de recursos líquidos que podrían destinarse para actividades electorales.