Mancera y Meade, de dientes para afuera
|Publícalo pero no se lo cuentes a nadie.
Pues no es por intrigar pero la relación institucional entre el jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera y el titular de Hacienda, José Antonio Meade, es de dientes para afuera.
Porque no se explica de otra manera que a Mancera se le congelara la sonrisa cuando advirtió que el Fondo de Capitalidad que en los últimos años lo sacaba de apuros, para 2017 está en ceros. El jefe capitalino quiso ver la broma pero no la encuentra.
A Mancera no le gustó la fotografía donde Meade apareció sonriente entregando el PEF 2017 al Congreso. Y por eso el reclamo como preguntándole de qué se ríe. “A mi no me da risa, me preocupa ese presupuesto… no se respetaron los acuerdos”, dijo un agrio Mancera.
Meade, recibió las riendas de Hacienda cuando ya estaba elaborado el presupuesto del próximo año, pero no lo tomó tan mal como Mancera y para bajar la tensión hizo un chistorete: “Mancera dice que tengo mala sonrisa, mi mamá dice que la tengo muy buena”.
Pero parece que eso no ayudó mucho para cambiarle el semblante a Mancera que invariablemente en sus spots promocionales para el IV Informe se le ve saliendo de su oficina a deshoras, con el nudo de la corbata flojo y el rostro con signos de agotamiento.
Ayer en su comparecencia ante la Cámara de Diputados, Meade siguió la secuencia del tema y dijo que para el próximo año la CDMX estaría recibiendo recursos acumulados en cuatro años por 30 mil millones de pesos en Aportaciones y Participaciones, “una cifra como esa amerita sacar una sonrisa a cualquier ejecutivo local”, dijo sonriendo.
Aunque Mancera aclaró que él y Meade no están peleados, la politóloga Melita Peláez (Mela para sus detractores), advirtió que como nunca la conseja popular es sabia, el que se enoja pierde.
Lavaderus est
1.- Premonitorio o no, pero el gobernador poblano Rafael Moreno Valle se destapó como aspirante a la candidatura presidencial panista para 2018 y empezó a temblar.
Pero cuentan que el temblor se sintió con más fuerza por allá en el búnker del Eje 8 donde están las oficinas del queretano Ricardo Anaya, quien ayer no asomó la nariz a pesar de que le llovieron las críticas de sus propios correligionarios, dicen que por usar la posición como dirigente nacional para armar su proyecto personal de candidato. ¡Tómala!, habría dicho el columnista Luis Soto.
Los mal pensados, que hay muchos, dicen que Anaya no acudió al programa de Carlos Loret de Mola porque sabía que estaría presente su archienemigo Gustavo Madero, exiliado en Chihuahua. Todos esperaban que el queretano apareciera con sus cuadros explicativos para responderle a los competidores de casa, pero parece que les tiene más miedo que a Andrés Manuel López Obrador.
Esta de verse que Margarita Zavala no la tendrá fácil para obtener la candidatura, aunque hoy encabeza las encuestas de su partido porque se trata del personaje más placeado, porque además de ir contra corriente de la dirigencia de su partido, tendrá que vérselas en la competencia con Moreno Valle pero también con el guanajuatense Miguel Márquez Márquez que se sabe prepara su despegue.
Lo dramático del caso es que todos le tundieron a Ricardo Anaya y ayer se quedó calladito
2.- Pues parece que estamos perdiendo un candidato para el gobierno de la CDMX.
El sospechosismo con el que se ha enredado Ricardo Monreal por los extraños manejos de dinero efectivo y acomodado en caja, por parte de su más cercano colaborador, Pedro Pablo de Antuñano lo están llevando literalmente al despeñadero.
Porque en este caso sólo le faltaron las ligas al ex director de Gobierno para parecerse a otro nada ilustre personaje de todos conocido. El punto es que Monreal asumió el tema como afrenta para él y su partido, sin que explique por qué su colaborador se echó una puntada como esa de decir que el dinero fue un préstamo personal para un negocio. Huele raro.
3.- Conste que lo dijo el number one de Los Pinos; Videgaray estaba “tocado” -desgastado- por el tema Trump y por eso “acepté su renuncia”.
4.- Los transformers. El Indice Anticorrupción o corruptómetro es una herramienta novedosa pero la referencia a la percepción de los entrevistados sobre los políticos considerados independientes deja muchas dudas.
A Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco) lo colocan con un pie en la clasificación de “algo corrupto”, aunque suponemos que la mayoría lo considera “algo honesto”; a Jorge Castañeda queda de lleno en el segmento “algo honesto” y la sorpresa es Pedro Ferriz que está entre “algo honesto” y con un pie en “muy honesto”. Órale.
Y lo señalamos porque a veces se escuchan historias truculentas que podrían pasar como leyendas urbanas y muestran otro tipo de persona.
Fotos: Quadratín y Corruptómetro (cortesía).