Las líneas de defensa del peso
|Por Antonio Sandoval, analista financiero, para El Rincón del Chamán.
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Las autoridades mexicanas han delineado la estrategia de defensa contra la volatilidad más reciente que enfrenta la divisa azteca, no se trata de enfrentarse al mercado, eso lo tienen muy claro, por tal motivo lo que hacen es delimitar las bases de acción que seguirán en las próximas semanas para lograr una depreciación más o menos ordenada del peso, no para evitarla. Ese es el punto de partida, los estrategas gubernamentales saben que no podrán hacer nada por evitar la caída del peso, de hecho ya sucedió, pero sí para que ésta sea lo menos traumática posible para la economía nacional.
Tan pronto como el jueves próximo se activará la primera línea de defensa estratégica, al menos de manera formal porque en la práctica los mercados ya descontaron el ajuste, se trata de un inminente aumento a la tasas de referencia del banco central mexicano, a las tasas de interés.
Son cuatro grandes líneas de defensa estratégica, y son las siguientes:
1) Espacio mediático.
Ya lo hicieron, esa larga noche del 9 de noviembre ya con la inminencia de la victoria del candidato que el gobierno mexicano no quería que ganara (nunca lo reconocerán), el Secretario de hacienda y el Gobernador del Banco de México (Banxico) acordaron tomar el espacio mediático para evitar que la volatilidad y sobre todo la anarquía reinara n el mercado. Por eso, aquella conferencia de prensa de las 7:30 de la mañana, cuando los desvelados funcionarios no dijeron nada nuevo, recordando las fortalezas de la economía mexicana y sus mercados.
La debacle del peso se ha profundizado desde entonces, aunque debemos reconocer que los funcionarios salieron. El escenario estaba previsto, la caída del peso hasta niveles cercanos de 22 pesos es una meta aceptable siempre y cuando se realice con cierto orden. Desde entonces, de manera especial el titular de las finanzas nacionales organizó un tour mediático. La señal es clara, se trata de que los mercados sepan que las autoridades están atentas, y que no tolerarán desórdenes en el mercado.
2) La segunda línea de defensa ya la comentamos, es el aumento de las tasas de interés.
Seguramente el incremento será de 50 puntos base, aunque no los más aventurados consideran que podría ser hasta de 100 puntos base, o bien un punto porcentual. En el escenario que consideramos, el aumento de 500 puntos base, llevaría la tasas de referencia de Banxico a 5.25 por ciento. Es un hecho que ese aumento le dará oxígeno al gobierno, podría disminuir la volatilidad y la velocidad de la escalada cambiaria, pero solo por un momento, la tendencia de debilidad para la divisa local no se termina ahí, el aumento de tasas de interés es en el mejor de los casos un paliativo.
3) Reservas.
¿Cuánto están dispuestos a gastar?, la respuesta es que Banxico no tiene ganas de gastar reservas, y no lo hará salvo que sea estrictamente necesario. Volvemos al punto inicial, no se trata de pelearse con el mercado, para hacerlo tiene que utilizar sus reservas en dólares, no lo hará porque seguramente perderá la partida, y muchos millones de dólares en reservas. El monto actual por 176 mil millones de dólares en las arcas de Banxico, son una suma respetable pero nada que el mercado no pueda “chuparse”.
Las reservas son la tercera línea de defensa, se activará un mecanismo discresional para inyectar dinero en el mercado, pero con limitaciones. Hace poco señalamos que el monto mínimo que las autoridades están dispuestas a ver en las arcas de Banxico es de 150 mil millones de dólares, es decir, están dispuestos a sacrificar alrededor de 26 mil millones de dólares. Sin embargo, saben que entrar al mercado y perder reservas no es buena señal y los mercados pueden castigar todavía más al peso, por lo tanto evitarán a toda costa activar dicho mecanismo.
4) Línea de crédito contingente.
Si las cosas se ponen verdaderamente mal, está disponible la línea de crédito continente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por hasta 65 mil millones de dólares. Si llegamos a este punto hablamos ya de una crisis de grandes dimensiones no solamente en el mercado cambiario, sino para la economía mexicana. Ojalá no lleguemos, la cuarta línea de defensa estratégica del peso incluye el peor de los escenarios.
En resumen, las autoridades mexicanas no van a evitar la caída del peso; de hecho, nunca lo han hecho, saben que los mercados son los que determinan el nivel de la paridad cambiaria. Sin embargo, sí buscarán más orden en el mercado, a fin de que la volatilidad no trastoque algunos otros indicadores de gran relevancia como la inflación, o el crecimiento. Todo indica que tendremos que acostumbrarnos en los próximos meses a ver un tipo de cambio superior a los 20 pesos, acercándose poco a poco a las 25 unidades. La tarea es titánica, ¿cómo van a evitar la percepción de crisis que priva entre la población en general’, los espacios mediáticos no funcionan.