La rencilla azul
|Por Manuel Ávalos Tejeda, analista político.
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La virulencia que ha mostrado Margarita Zavala en contra de la dirigencia nacional de su partido encabezada por Ricardo Anaya, la misma noche de los comicios estatales el pasado 4 de junio, muestra una desesperada carrera contra el tiempo y en contra las circunstancias adversas que se presentan para la ex primera dama en la disputa por la candidatura presidencial de Acción Nacional para el 2018.
La andanada mediática desplegada por Margarita Zavala, imputando del fracaso electoral a Anaya , apenas horas después de la difusión de los primeros conteos en los comicios del estado de México del pasado 4 de junio, en los cuales se confirmaba el fracaso de una candidatura fallida de la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, no solo sorprendió por su rudeza a los propios panistas, sino también por su “oportunismo y mezquindad”, cuando se esperaba el tradicional cierre de filas en torno a la dirigencia nacional para defender los votos y a sus candidatos en las diferentes plazas.
Algunos líderes panistas consideraron que la “pataleta” de la señora Zavala de Calderón desde los primeros minutos del cierre de casillas, fue desproporcionada y formaba parte de una estrategia preparada a sabiendas de la debilidad de su candidata al gobierno del estado de México, y la confirmación de que la familia Calderón hará lo necesario para obtener otra candidatura presidencial.
Desde la llegada de Ricardo Anaya al CEN panista, el ex presidente Calderón y su pareja, Margarita Zavala, iniciaron una batalla feroz por minarle el liderazgo, particularmente desde las campañas electorales del 2016, que han sido las más exitosas a nivel regional con el triunfo de siete de doce gubernaturas disputadas, que posicionó al panismo en el camino de la recuperación de la Presidencia de la República en el 2018.
A partir del pasado 4 de junio, se inició la segunda parte de la batalla de lo que parece ser hoy una de las más encarnizadas disputas por el control del partido y de su próxima candidatura presidencial, que podría traer altos costos para el panismo y con ello sus posibilidades de regresar a Los Pinos, sino es procesada y canalizada institucionalmente esta lucha interna.
Resulta claro que la disputa por la candidatura presidencial panista para el 2018 no será una amable discusión entre hermanas de la caridad, eso lo ha demostrado reiteradamente el blanquiazul a lo largo de su historia y las primeras escaramuzas ya han aparecido en el campo blanquiazul.
La acusación del ex presidente Calderón a Ricardo Anaya de ser un “factor de división en el PAN”, y ahora de la señora Zavala al acusarlo de ser responsable del fracaso del panismo en el estado de México y de un excesivo “protagonismo personal”, e iniciar una campaña nacional de proselitismo en autobús y la difusión de una encuesta que “confirma” que la ex Primera Dama es la única que podría derrotar al virtual candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, forman parte del expediente que seguramente el Consejo Nacional analizará cuando elija a quien será su candidato presidencial.
Foto de portada: SDPnoticias (cortesía).