Café para Todos: Tuitazos, estrategia política de Trump
|Por Alberto Carbot, periodista
* Cuando alguien dice que México después de Siria es el país más violento del mundo, está claro que no tiene idea de lo que está hablando, asegura Alberto Begné Guerra.
“Con México siendo una de las naciones con más crimen del mundo, debemos tener el muro. México pagará por él mediante reembolso u otro método”, anunció el pasado domingo el presidente Donald Trump, en su cuenta de Twitter. Hace 2 meses, el 22 de junio, había escrito un mensaje propagandístico similar:
“México fue rankeado como el segundo país más mortífero del mundo, sólo después de Siria. La principal causa es el narcotráfico. CONSTRUIREMOS EL MURO”, se leyó en su cuenta.
Para disgusto de los diplomáticos de carrera -en los tiempos de este presidente indocto y desconocedor las reglas más elementales de la política exterior de su país-, Trump moldea su estrategia a base de intimidantes y agresivos twittazos, basado en la superficialidad de un informe generado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (International Institute for Strategic Studies), IIEE por su siglas en español.
El IIEE, con sede en Londres, reveló -sin aportar pruebas concretas-, que el año pasado México fue el país donde 23 mil personas murieron de forma violenta, sólo por abajo de Siria (50 mil) superando a Irak (16 mil), Afganistán, Yemen, Somalia, Sudán, Turquía, Sudán del Sur y Nigeria.
Para disgusto de los críticos del gobierno de Enrique Peña Nieto y aún del panista Felipe Calderón -a quien incluso analistas del Centro de Investigación y Desarrollo Económicos (CIDE) responsabilizan por haber implementado una guerra “sin sentido, letal y muy costosa” contra el crimen organizado en México-, las cifras del IIEE realmente no tiene sustento.
¿Cuántas veces los militantes y simpatizantes de “izquierda” y la “oposición” las han falseado para tratar de fundamentar sus críticas contra el gobierno?
¿Dónde están, por ejemplo, los “centenares de muertos” y desaparecidos del 68 en Tlatelolco?
La cifra oficial de la denominada Comisión de la verdad –y la placa respectiva que se puede leer en la plaza central del lugar-, estableció que allí fallecieron menos personas que las que 46 años más tarde desaparecieron en Iguala, Guerrero, entidad gobernada por el perredista Ángel Aguirre Rivero, quien misteriosamente no ha sido tocado ni con el pétalo de una rosa y hoy cínicamente ha mostrado su interés en postularse como candidato a alcalde en Acapulco.
El pasado jueves, el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación (Segob) Alberto Begné Guerra -durante una reunión con la dirigencia nacional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) efectuada en Los Cabos, Baja California Sur-, aprovechó su intervención para asegurar que “cuando alguien dice que México después de Siria es el país más violento del mundo, está claro que no tiene idea de lo que está hablando”.
La pieza oratoria del funcionario de la Segob es relevante. Con las cifras en la mano -en el evento que presidió Isaías González Cuevas líder de la CROC-, explicó que “cuando hablamos de estos indicadores, tenemos que diferenciar qué tipo de violencia estamos enfrentando y qué nos toca hacer ante cada una de ellas.
“Una de ellas es la violencia que tiene que ver con el narcotráfico, el crimen organizado y las disputas territoriales por el control de los puntos de trasiego para la exportación a Estados Unidos o el control de los mercados mexicanos.
“Lo primero que habría que decir al respecto, es que somos vecinos del mercado de consumo de drogas más grande del mundo. Y eso se los hemos dicho con claridad, con respeto, pero también con energía, a los funcionarios del gobierno Estados Unidos. Podrán emitir –y están en su derecho-, una alerta”, dijo.
Sin embargo agregó que “nosotros estamos observando lo que hacen y no están haciendo bien su trabajo. Lo están haciendo muy mal. Nada más el valor del mercado de heroína al mes en Estados Unidos, ya llegó a 2 mil millones de dólares a precio de menudeo y sigue creciendo”.
Dijo que el gobierno de EU “en lugar de estar atendiendo ese problema desde la perspectiva de la salud -como lo hicieron en España en los 80´s con muy buenos resultados-, lo siguen criminalizando, sin resolver el problema de fondo y siguen aumentando sus adictos. Tienen alrededor de 2 millones de personas en las cárceles, en su mayoría casi todos jóvenes y latinos o afroamericanos. Esa es la forma en la que no están atendiendo eso”, enfatizó Begné Guerra.
Insistió el funcionario federal en que la política de prevención adquiere cada vez más sentido, porque “los problemas de violencia y delincuencia significan un desafío enorme, que no vamos a resolver de inmediato, pero en los cuales no debemos dejar de trabajar con toda nuestra determinación en lo inmediato”.
Explicó que el de número de homicidios dolosos -es decir el número de homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes al año-, a nivel mundial es de 6, y que en países como Francia, Reino Unido y Alemania, donde la prevención social fue pionera, se sitúan en una tasa en torno de 2. Estados Unidos presenta un índice de 4.
En México, en el 2006, al inicio del gobierno de Felipe Calderón, la cifra se estableció en 10. Cinco años después, en 2011, el índice nacional fue de 23 por cada 100 mil habitantes.
“En 2012 bajó a 21. Durante el gobierno del presidente Peña Nieto se logró una disminución significativa y llegamos a 16. Tuvimos un repunte durante 2016 y este año, lo cual desde luego nos inquieta, pero estamos concentrados en atender”, subrayó.
América Latina y el Caribe, la región más violenta del mundo; Honduras a la cabeza
El subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob manifestó también que por desgracia “América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo, más que África más que Asia y más que el mundo árabe.
“El país más violento del mundo hoy, es Honduras, con una tasa que supera los 80 homicidios por cada 100 mil habitantes. Pero tenemos también a Haití y El Salvador. Venezuela llega casi a los 60 hoy; y en otros países donde se dieron algunos avances como Brasil y Colombia, siguen duplicando las cifras de homicidios que tenemos en México”, dijo.
Reiteró que se requiere de mayor cooperación bilateral. Ustedes lo saben: mientras haya demanda, va a haber oferta –enfatizó. Luego aclaró que si la droga viene de México o pasa por México, “es un asunto que nos afecta a nosotros, pero irrelevante para el mercado estadounidense.
Señaló que mientras ellos no abatan sus niveles de demanda y consumo, seguirá habiendo oferta. Agregó:
“El costo que México ha pagado por esto es altísimo. Bill Clinton nos vino a pedir disculpas hace dos o tres años. Nos vino a decir que su estrategia para cerrar las rutas de tránsito de drogas -desde Colombia o desde Bolivia, etcétera-, orilló a que el ingreso de droga a Estados Unidos fuera por tierra y eso alteró por completo las condiciones de nuestro país frente este fenómeno.
“Es un reto que se tiene que resolver -como lo planteó el presidente Peña Nieto durante la United Nations General Assembly Special Session on drugs (Ungass -2016), de la ONU en abril del año pasado-, modificando el modelo de combate al fenómeno las drogas, no sólo conteniendo y atacando la oferta de drogas, sino sobre todo, atendiendo desde la perspectiva de la salud -y con respeto a los derechos humanos-, la demanda de drogas; es decir las personas que consumen y sufren adicciones”, indicó.
Begné Guerra resaltó el “extraordinario esfuerzo que han hecho nuestras fuerzas armadas, la Policía Federal, la Marina y el Ejército, desde el gobierno de la República”, por lo que urgió a seguir en la ruta, en la coordinación del trabajo entre los 3 órdenes de gobierno, con los policías de los estados y los municipios. Necesitamos reforzar esos mecanismos de coordinación”.
Pero además de todo ello –dijo-, necesitamos asumir las otras formas de violencia, que corresponden al ámbito de la prevención: tejido social, convivencia familiar y condiciones objetivas para el desarrollo de actividades en las comunidades, las escuelas y los centros de trabajo. En opinión del subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob, esa es la fórmula.
Publicado con autorización del autor.