Nos dice adiós el notable compositor Ernesto Juárez Frías, autor de «Juana Gallo»

Café para todos

Por Alberto Carbot, periodista, director de la revista Gente Sur.

Ernesto Juárez Frías falleció este jueves por la madrugada. Cómo no extrañar cuando guitarra en mano, muchas veces le escuchamos cantar-declamar-cantar las estrofas de una de sus más famosas composiciones, que él entonaba alegre, jovial, divertido:

“Entre ruidos de cañones y metrallas/surgió una historia popular/ de una joven que apodaban Juana Gallo/ por ser valiente a no dudar.

“Siempre al frente de las tropas se encontraba / peleando como cualquier Juan / En campaña ni un pelón se le escapaba/ sin piedad se los tronaba con su enorme pistolón / Y era el coco de todos los federales / y los mismos generales / tenían pavor.

“Ábranla que ahí viene Juana Gallo / va gritando en su caballo / ¡Viva la Revolución! / Para los que son calumniadores / para todos los traidores / trae bien puesto el corazón…”

Juana Gallo, cantada por primera vez en 1958, al igual que La coyota -cuyos versos él gustaba declamar de tiempo en tiempo-, era una de sus composiciones más importantes, que pocos años después sería llevada al cine con un guión de su autoría y estelarizado por la legendaria María Félix.

El filme fue realizado en 1960 y estrenado un año después. Además de La Doña, participaron el propio Ernesto Juárez, Jorge Mistral, Luis Aguilar, Ignacio López Tarso, Rita Macedo, José Alfredo Jiménez, Christiane Martel, René Cardona, Noé Murayama, Marina Camacho, Antonio Brillas, Queta Carrasco, Armando Sáenz, Antonio Raxel, Jesús Gómez, Alberto Marcos, Chel López, Manuel Dondé y Leonor Gómez. Fue dirigida por Miguel Zacarías, con arreglos musicales de Manuel Esperón y fotografía de Gabriel Figueroa.

La reseña de cómo se forjó Juana Gallo lo relató él mismo en una charla periodística:

“Yo ya tenía el disco con su corrido e hice una pequeña sinopsis. Había un edificio donde estaban todos los productores de aquella época, quienes ya desaparecieron. Estaban los Rosas Pliego, los De Anda, los Zacarías. Yo era muy joven y recuerdo que llevaba mi disco y mi sinopsis, y pedía siempre hablar con cualquiera de los productores, para intentar que compraran mi historia, pero no recibía respuesta alguna.

“Fue después de un año desesperanzador, cuando me mandaron llamar de los Estudios Churubusco, porque el señor Agustín P. Delgado, hermano de Miguel M. Delgado -quien hacía películas para Cantinflas-, dijo que quería utilizar mi guión en una película protagonizada por Lucha Moreno; recuerdo que ese día no dormí del gusto.

“Posteriormente me volvieron a contactar, porque los Zacarías se interesaron por el corrido y probablemente María Félix haría la película. Yo no lo podía creer, pero me dijo: María Félix quiere escuchar tu corrido, así que prepárate; vamos a hacer una cita para que ella lo oiga”.

“Varios gerentes de producción y yo, fuimos a la casa de María Félix, quien vivía por Xochimilco y tenía una hermosa casa. Bajó por una escalera preciosísima; yo me deslumbré. Nomás la vi y me quedé pasmado. Nos saludó a todos y preguntó: ¿Quién es el compositor?Cuando me señalaron, ella dijo despectivamente: ¿Es ése? Yo solo llevaba mi guitarra, sin estuche, ni nada. Me pidió que cantara el corrido, pero por los nervios y la timidez, no me salía la voz.

“María Félix me sirvió un coñac para relajarme y se me quedaba viendo:¡Órale cántala! No me tengas miedo –me decía-. Para el tercer trago, por fin me salió la voz, pero yo ya estaba medio borrachillo. Después de escuchar la canción María Félix dijo: ¡Se hace la película!

Juana Gallo la realizó Miguel Zacarías, uno de los productores más connotados del cine mexicano. Yo escogí tres canciones para la película, y una más que le dediqué a María Félix, que se llama La mula arisca que fue interpretada por Luis Aguilar, acompañado por mí en la guitarra”.

Muchas otras de las composiciones de Ernesto Juárez se convirtieron también en tema de películas de acento campirano y revolucionario, como El Centauro Pancho Villa, Martín Romero, El Corrido de Lupe Reyes y La Coyota I y II.

LOS MÁS CONNOTADOS EXPONENTES DE LA MÚSICA MEXICANA INTERPRETARON PARTE DE SU VASTO REPERTORIO

 A lo largo de su existencia, los más connotados exponentes de la música mexicana como Lola Beltrán, Lucha Moreno, Francisco El Charro Avitia, Alberto Vázquez, Lucha Villa, Imelda Miller, Miguel Aceves Mejía, Chavela Vargas, Amalia Mendoza, Sonia López, Johnny Laboriel, Luis Aguilar, Los Babys, Antonio Aguilar y Demetrio González –entre muchos más-, interpretaron parte de su vasto repertorio.

En marzo del año pasado, durante el Festival Cultural Zacatecas 2017, se le rindió un merecido homenaje, organizado por el Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde,  y se le hizo entrega de un reconocimiento por su vigencia musical y su trabajo.

En su haber tuvo más de 100 canciones grabadas, decenas de pinturas y dibujos; actuó en más de 70 películas, obras de teatro y escribió tres argumentos cinematográficos y 2 libros.

Ernesto Juárez, nacido bajo el signo de Leo, el 4 de agosto –hijo de Jesús Juárez y Domitila Frías-, comenzó a los 6 años su travesía por el mundo de la música en su natal Nochistlán.  Fue el cuarto de 6 hermanos, de una familia devota y  amante del futbol y los toros.

“El 6 enero, Día de los Reyes Magos, y cerca de mi cama, encontré un timpanito, similar a una marimba metálica”, relató. Sus dotes artísticas sorprendieron a su padre, entonces encargado de la oficina de Telégrafos del municipio, de quien heredó la voz de tenor.  Él luego, le obsequió un piano y le contrató al maestro Andrés Antón, quien aunque era cuadripléjico, logró impulsar su desarrollo musical y le enseñó solfeo y a tocar el violín y el piano.

En esas mismas clases, el artista descubrió su facilidad para el dibujo, ya que como Antón sólo podría mover algunos dedos, se las ingenió para crear un teclado en el que le señalara las notas musicales.

Luego ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara, donde dirigió el coro formado por seminaristas, pero a los 13 años abandonó el colegio para ingresar a la Academia de Bellas Artes en Aguascalientes; ahí estudió violín y piano, y al poco tiempo ingresó a la orquesta sinfónica de la ciudad como violín primero.

Una entrevista realizada por la periodista Norma Inés Rivera, da cuenta de como con muchos sueños y una pequeña maleta, el joven zacatecano de 21 años, un día abordó un camión con destino a la Ciudad de México, para estudiar en el Conservatorio Nacional de Música.

“Estando allí le hablé a mi papá para decirle que estudiaría música por un año y que si no hacía nada de provecho, me regresaría”, expuso el cantautor. Lejos de su piano, sentía la sensación insaciable de tocar. Su única alternativa era meterse a una mueblería y tocar de incógnito, aunque luego lo sorprendían y lo sacaban del lugar.

Mientras proseguía sus estudios en el conservatorio, logró integrarse al elenco de la programación de la XEW radio, La voz de la América Latina, donde conoció a artistas famosos.

Palabras de Amor, interpretada por el también zacatecano Antonio Aguilar, resultó su primer gran éxito musical. Luego, una noche, conoció a Nicolás Mejía, un empresario de la sastrería, al que dicho tema le encantaba y para estimularlo le dio un piano a fin de que siguiera componiendo.

No lo podía creer; lo había citado en su casa al día siguiente para que eligiera el que más le gustara. A primera hora, Ernesto Juárez llegó al lugar y de entre 3 hermosos pianos, eligió el más fino. Cuando los trabajadores de mudanza se las ingeniaban para subirlo al cuarto piso -donde rentaba un departamento para estudiantes-, arribó el empresario.

Consternado, pensó que había llegado a quitarle el piano, pero no fue así. Él le dijo que no iba a regalárselo, pero que se lo pagara cuando triunfara. Ese recuerdo siempre emocionó al compositor, quien si bien había aprendido mucho en el conservatorio, aún no ganaba lo suficiente para mantenerse, por lo que se integró a la famosa Orquesta de Ingeniería, formada por estudiantes.

Por invitación de la agrupación, acudió a tocar y se sorprendió cuando le esa misma noche le pagaron 300 pesos y el creyó que era el salario mensual. “Casi me volví loco, porque en la orquesta sinfónica del conservatorio me pagaban 70 pesos mensuales”, dijo.

Luego, ingresó como estudiante a la facultad de Derecho de la UNAM, pero continuó por 17 años en la Orquesta de Ingeniería ”que entonces era los más famosa de México”.

Siendo estudiante, una mañana él caminaba por el centro de la ciudad y a lo lejos escuchó el estribillo “Borradita diente de oro/ chaparrita de mi vida/ como te quiero yo a ti/ yo quisiera que supieras/ lo mucho que he sufrido/ y de amor muero por ti”.

Se quedó pasmado. Había reconocido la letra de su primera composición y de inmediato se dirigió hacia el café de chinos, de donde surgía la tonada. Pidió al dueño del establecimiento le permitiera ver el disco para comprobar si al menos le habían dado crédito. Su sorpresa fue mayor: la canción estaba firmada con su nombre y era interpretada por un grupo llamado Los Gavilanes del Norte.

La borradita, su musa inspiradora había sido una bella mujer, con un diente de oro, que él observaba a la hora del recreo, cuando estudiaba en su natal Nochistlán. Fue precisamente durante una de las fiestas de la Feria de Octubre de su pueblo, cuando conoció a un trovador al que le mostró la canción y él le prometió que la grabaría. Y se lo cumplió.

Conforme transcurran los años, a Ernesto Juárez -quien estuvo casado con Alicia Davis, una bella mujer-, se le evocará aún más y se recordará la sencillez y naturalidad del extraordinario compositor, escritor, pintor, promotor cultural y notable músico que incursionó también en la política, como diputado federal, y radicó en Frankfurt, Alemania, donde se presentó con gran éxito e interpretó por más de un año música tradicional mexicana.

Considero también que esta vez las frases hechas y las expresiones comunes que usualmente se dicen con motivo del fallecimiento de una persona, estarán bien aplicadas: Ernesto falleció en paz, en comunión consigo mismo y con Dios, abrigado por el cariño de sus hijos Gladys, Alida, Óscar, Berenice, Arturo y Ernesto Juárez Davis y de toda su familia.

Su paulatino deterioro físico fue un lastre para él mismo y así lo percibía, pero en el fondo se rebelaba ante esa adversidad. Lo había puesto en evidencia el año pasado, durante la celebración de su 86 aniversario, en la que estuvo acompañado por un selecto grupo de amigos, entre ellos el destacado guitarrista Rubén Esparza Oliva.

El pasado 21 de junio tuvimos oportunidad de saludarle en casa de su hijo Óscar y entonar algunas de sus más conocidas composiciones, de la misma forma en que por más de 15 años -al menos 2 veces al mes-, lo hicimos en casa del maestro Gabriel Vargas y su esposa Lupita Appendini, en la calle de Plaza Carlos J. Finlay, de la Ciudad de México.

Ciertamente que el mundo cultural le quedó a deber el Premio Nacional de Ciencias y Artes, al que fue propuesto en el 2010 por las más prestigiosas instituciones de educación superior de su estado.

Sin embargo, su candidatura nunca contó con el verdadero respaldo de la entonces gobernadora perredista y hoy diputada de Morena, Amalia García Medina, pese al gran reconocimiento que sin ella –y tal vez muy a su pesar-, Ernesto Juárez recibió por su invaluable contribución al desarrollo cultural de Zacatecas y su importante aportación artística y cultural al patrimonio no sólo de esa entidad, sino de todo el país. Hasta siempre, Ernesto… 

GRANOS DE CAFÉ

¿Quién está detrás de la agresión a los estudiantes en Ciudad Universitaria?

El pasado lunes 3 aproximadamente a las dos y media de la tarde, estudiantes del CCH Azcapotzalco y otros planteles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fueron agredidos por grupos armados, cuando se manifestaban de manera pacífica en la explanada de la Rectoría, para denunciar diversas irregularidades contempladas en un pliego petitorio.

De pronto, un grupo de individuos vestidos con chamarras con los colores de la UNAM, los atacó con piedras, palos, armas punzocortantes, petardos e incluso bombas molotov.

Como resultado de esta agresión, 14 estudiantes resultaron con traumatismos y en dos casos, con lesiones graves, que ponen en riesgo su vida, de acuerdo a los informes médicos. Tanto el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, como el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva Gálvez, coinciden en calificar el ataque como “premeditado”.

Al respecto, Graue Wiechers señaló que se tienen evidencias que entre los agresores se encuentran los grupos conocidos como “Treinta y dos” del CCH Azcapotzalco, “3 de marzo” del CCH Vallejo, la “Federación de Estudiantes de Naucalpan” y otros grupos porriles que obedecen a intereses ajenos a la universidad, por lo que las denuncias de los hechos ya fueron presentadas a la procuraduría y se procederá, sin miramientos, ante quienes resulten responsables por actos de acción o de omisión”.

De acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, videos captados por las cámaras del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), los presuntos porros se trasladaron a bordo de un autobús blanco que circulaba  por el segundo piso del Periférico, cuyo primer avistamiento se realizó a las 13:13 del mencionado lunes, a la altura de Lomas de Sotelo, para llegar aproximadamente media hora después a Ciudad Universitaria, y posteriormente vuelve a ser captado alrededor de las 4 de la tarde, en dirección contraria, esto es, con rumbo nuevamente al Estado de México.

Tanto el rector Graue Wiechers como las autoridades y comunidad universitaria, han manifestado su indignación y repudio a estos grupos de choque y reiteran la necesidad de acciones definitivas “que erradiquen para siempre estas oscuras y cobardes agresiones”.

Como resultado de las primeras indagaciones, apoyadas por videos y declaraciones de testigos, la dirección general de Comunicación Social de la UNAM dio a conocer los nombres de 18 de los individuos que estaban inscritos en distintos planteles de la Máxima Casa de Estudios y que participaron en las agresiones, quienes han sido expulsados de manera definitiva.

Por su parte, el gobierno federal dio a conocer  a través de la Secretaría de Gobernación (Segob) que tanto esta dependencia como la Procuraduría General de la República (PGR) trabajan en colaboración con las autoridades capitalinas para castigar a todos los responsables del ataque.

La UNAM informó también la suspensión de Jesús Teófilo Licona Ferro, coordinador operativo de Vigilancia, y reiteró que se investigará la actuación y participación de los vigilantes a fin de deslindar responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes.

El rector Enrique Graue expresó su disposición al diálogo para dar solución a los problemas planteados por los estudiantes de los distintos planteles, e invitó a la comunidad universitaria a no caer en provocaciones y alcanzar una solución pacífica a sus conflictos…

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