EL SECUESTRO AL ALZA; UECS Y CONASE, A LA BAJA (Segunda y última parte)

Por Avelino Granados, periodista especializado en temas de seguridad

Ante el incremento en los índices de secuestros en el país, las dependencias encargadas de combatir este delito enfrentan una situación un tanto complicada. Y es que, en general, en la estrategia federal contra la inseguridad sustentada en la creación de la Guardia Nacional y la desaparición de la Policía Federal, no se prevé programa alguno enfocado a darle batalla a este deplorable delito.

Más aún, con la desintegración de la Policía Federal, desaparece con ella la División de Investigación, que hasta ahora se constituye como una de las principales áreas que cuenta con el personal más capacitado para combatir el delito de secuestro, incluyendo áreas de negociación y apoyo a víctimas.

Hasta ahora no se ha escuchado ningún planteamiento –y por lo visto ni se escuchará- que refiera el fortalecimiento de instancias encargadas de combatir en especial ese reprobable delito, ni mucho menos se habla de crear organismos especializados en este tema.

En tanto, la organización Alto al Secuestro que encabeza  Isabel Miranda de Wallace,  en su más reciente reporte señaló que durante el mes de julio de 2019 se registró un incremento del 50 por ciento en el número de víctimas de secuestro, en comparación con las cifras de junio del mismo año.

Agregó Miranda de Wallace que si se compara el periodo de enero a julio de 2019 con relación al mismo periodo de 2018, último año de la administración anterior, se advierte un incremento del 30.1 por ciento al pasar de 851 casos en 2018 a mil 108 en 2019.

Ante esta situación, urge considerar un presupuesto especial para que en el próximo ejercicio fiscal se contemple la creación o el fortalecimiento de las instancias especializadas en el combare a ese delito en las diferentes dependencias de seguridad pública, incluida la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República (FGR).

Una de las opciones más viables sería que la Dirección General de Investigación de la Guardia Nacional, una de las áreas que integran la Unidad de Órganos Especializados de ésta, según lo plasma su Reglamento de Ley, rescate y mantenga el potencial de capacidades para operar de la Policía Federal y continúe con las actividades de combate al secuestro.

La otra opción sería fortalecer las 32 Unidades Especializadas en el Combate al Secuestro (UECS), creadas a finales del 2009 por decreto presidencial y que en la actualidad prácticamente no existen. Ello implica inyectar recursos, tanto federales como estatales, a las Procuradurías o Fiscalías generales de Justicia de los estados que son las instancias encargadas de operar las UECS.

Es apremiante rescatarlas, lo que significa dotarlas del equipo tecnológico indispensable y, algo importante, la capacitación de sus integrantes en todo lo relacionado con  investigar y perseguir este delito en las 32 entidades.

Es aquí donde la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase), a cargo del recién designado Víctor Hugo Enríquez García y dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de Alfonso Durazo Montaño, adquiere singular relevancia.

El trabajo de Enríquez García resulta por lo demás determinante para lograr dichos objetivos y darle aire fresco a este organismo. De él dependerá la acertada coordinación entre las dependencias de seguridad pública encargadas de combatir el secuestro, así como la gestión para la obtención de recursos que lleven al rescate de las UECS.

Y es que la Conase, además de supervisar y evaluar el trabajo de las 32 UECS del país, tiene como misión coordinar, vincular, gestionar, evaluar y dar seguimiento a las acciones de las distintas dependencias de seguridad pública del país encaminadas a combatir y erradicar el delito de la privación ilegal de la libertad, en apego a la Estrategia Nacional Antisecuestro (ENA).

Entre los principales ejes de operación de la Conase en la ENA destacan, como se ha dicho, el fortalecimiento de capacidades operativas de las Unidades Antisecuestro en las entidades; además, trabajar con los Congresos locales y los gobernadores para ajustar el marco jurídico y homologar criterios; conformar un sistema único de análisis de información que contenga la base nacional de datos criminales; el diseño y puesta en marcha de un protocolo único de atención ciudadana de secuestro, así como vigilar y evaluar permanentemente el comportamiento de todos los elementos que integran las Unidades Antisecuestro del país, entre otros.

No es tarea fácil para el mal llamado “zar” antisecuestro, debido a que Conase no tiene facultades ni atribuciones operativas, es un órgano meramente administrativo y gestionador que se mantuvo en la inactividad durante varios años y, sobre todo, sin dirección en los seis meses que estuvo descabezado desde la salida de Patricia Bugarín.

Foto tomada de Internet.

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