Creará el Senado súper instituto regulador de churros verdes

Aquí los términos del predictamen que propone la regulación de la producción y consumo de la cannabis para uso lúdico.

La mayoría parlamentaria en el Congreso mexicano está decidida a reformar todas las leyes que sean necesarias para legalizar el consumo de mariguana o cannabis con fines lúdicos o recreativos, como paso necesario, argumentan, para disminuir la violencia provocada por la guerra contra el narcotráfico.

Aunque la experiencia de otros países demuestra que la legalización de la producción y consumo de la mariguana no resuelve por sí misma el problema de la violencia detonada por la disputa territorial de los grupos criminales, como es el caso de Uruguay, México está por dar este paso con una regulación que apuesta a que disminuyan los escalofriantes índices de violencia y de homicidios dolosos.

Todo está listo en el Senado de la República para empujar esta iniciativa que reformará las leyes de Salud y las del Código Penal Federal, y que tendrá su razón de ser a través de un súper organismo regulador, el Instituto Mexicano de la Cannabis (IMC), con meta atribuciones que lo convertirán en una de las oficinas burocráticas más influyentes y poderosos de este sexenio.

Anote usted, el IMC será un organismo descentralizado y sectorizado a la Segob, con personalidad jurídica y patrimonio propios, además de contar con autonomía técnica y de gestión y con presupuesto que le garantizará anualmente la Cámara de Diputados. Como se aprecia, el IMC no estará subordinada a autoridad alguna y adoptará sus decisiones con plena independencia. Ya la quisieran otros muchos organismos autónomos.

Ojo, el IMC será el único facultades para otorgar las licencias vinculadas a toda la cadena productiva y consumo de la cannabis de uso recreativo; así como modificarlas, renovarlas, suspenderlas y revocarlas cuando así lo considere.

Además, el IMC propondrá a la Secretaría de Hacienda el tratamiento impositivo que corresponda. ¿A poco creían que estarían exentos de impuestos? Ajá.

Y si en el papel las características del Instituto Mexicano de la Cannabis (IMC) impresionan, imagine usted a la persona que quedará al frente de este súper organismo de Estado. Nombres, nombres… se aceptan propuestas. Seguramente los senadores Jesusa Rodríguez y Ricardo Monreal tienen una idea de quién podría ser el súper elegido.

El predictamen que dará paso al decreto que establece la Ley para la Regulación del Cannabis ya está circulando y para avanzar tendrá que convertirse en dictamen en espera de que se discuta ante el pleno legislativo durante el periodo ordinario que se realizará del 1 de febrero al 30 de abril.

¿Adiós a la guerra antidrogas?

La regulación que involucra todos los factores de la producción de mariguana, hasta el consumidor final, está sustentada en el criterio de que el “modelo prohibicionista fue un rotundo fracaso”, el cual se sustituirá por otro que no criminalizará esa actividad.

Ciertamente se trata de un cambio de paradigma, pero en esta versión todo apunta a que le dicen adiós a la guerra contra las drogas.

Los buenos deseos:

Entre otros argumentos, el predictamen establece que, “la regulación debe contribuir al abandono de la política de guerra contra el narcotráfico que se ha caracterizado por un gran número de homicidios -un total de 34 mil 582 sólo en 2019-, disputa de plazas entre los carteles de la droga, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, corrupción y violencia generalizada, para transitar hacia un país que los disminuya en gran medida y fomente la paz y la seguridad”.

Supone este modelo permisivo que más personas se sumarían a la legalidad, se reducirá el mercado negro, disminuirá el poderío económico de la delincuencia, lo que llevaría a frenar la corrupción y la impunidad. Es lo que dice el documento.

En el predictamen los legisladores plantean que el cambio de modelo no debe ser abrupto sino gradual.

Considera distintas variables en el consumo del cannabis; de manera personal  o compartida a través de Asociaciones o clubes de consumo, amen de los dedicados a usar la mariguana para investigación o uso médico o farmacéutico.

Peeero, los que pretendan ser consumidores deberán contar con una licencia o permiso del ya saben quién, del todo poderoso IMC, “para gozar de los derechos inherentes”, permiso que permitirá tener cuatro plantas en casa y la cosecha será para consumo personal no para venderla.

También las Asociaciones civiles de consumo de churros, quemaderos o fumaderos, deberán contar con licencia.

Está por determinarse limitaciones a fumar mariguana en lugares públicos como los parques o jardines, sobre todo donde acudan menores de edad.  Tampoco se permitiría que los niños y jóvenes menores a 18 años sean consumidores o tengan acceso a clubes. En el caso de mujeres embarazadas se propone la abstinencia durante los periodos de embarazo y lactancia.

Y aunque usted no lo crea los legisladores plantearán que la regulación deberá ser “armónica con el Plan Nacional de Desarrollo” publicado el 12 de julio de 2019.

Cuando se refiere a que debe ser armónico tiene que ver con “reformular el combate a las drogas”, en virtud, dicen, que la política prohibitiva ya es insostenible no solo por la violencia que ha generado sino por sus malos resultados en términos de la salud pública.

El documento advierte que el consumo no ha disminuido y los consumidores son criminalizados. “La guerra contra las drogas ha escalado el problema de salud pública hasta convertirse en una crisis de seguridad pública”.

Mariguaneros

Un punto aún poco claro tiene que ver con el otorgamiento de licencias para la producción de la mariguana y su distribución y venta a los consumidores finales.

Lo que sugiere el predictamen es que tendrán preferencia para obtener licencias de producción las personas, campesinos o comunidades -conocidos como “mariguaneros”- que se dedicaban a esa actividad por razones de marginación y extrema pobreza. El 40 por ciento de las licencias que otorgará el poderoso IMC serán para ese segmento, previa confirmación. Lo que es un hecho es que son los sembradores originarios.

Con estas nuevas disposiciones todos los que de manera regulada participen en la producción, traslado, empaque, comercialización y muchos etcéteras de la cannabis, su resina, preparados, psicotrópicos, THC tetrahidrocannabinol y los isómeros NO podrán ser objeto de persecución penal.

En cuanto a la portación de la mariguana, “en greña o churros” -dicen los que saben-, no podrá ser mayor a los 28 gramos, pero cuando se rebase el límite de los 200, los infractores serán castigados con multas administrativas hasta penas de 3 a 6 años.

Para el informe anual que el IMC entregará al Jefe del Ejecutivo y al Congreso todas las secretarías, la FGR, así como las dependencias descentralizadas, desconcentradas y autónomas deberán proporcionarle al IMC la información que requiera, bajo la pena de incurrir en responsabilidad administrativa. Se los decíamos, será un poderosísimo organismo burocrático, los superGodinez del churro.

Las expectativas son muchas, lo malo es que no hay nada que garantice que de la noche a la mañana cambiarán las cosas, pues los grupos criminales obtienen más ganancias de las metanfetaminas y otras drogas duras, así como de actividades que dañan el tejido social y frente a las que el Estado muchas veces se ve rebasado.

Ya está el predictamen, la pregunta es si lograrán acuerdos para aprobarlo.

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