Tec&Com|2020 Multialfabetización. Que alguien escuche

Por José Alfredo Ponce Pulido, especialista en Comunicación Estratégica.

Correo: [email protected] Twitter: @japponce

Desde el invento de la imprenta en el Siglo XVI, los libros y documentos impresos se convirtieron en los garantes y depositarios del conocimiento y la información. La escuela ha sido desde entonces un espacio para enseñar a leer, escribir y contar. Para acceder al saber y la cultura las personas deberían dominar las competencias de la lectura y la escritura.

Al inicio de SXXI, la escuela como institución, el modelo educativo como lo conocemos, al igual que ocurre en otros servicios, está en un acelerado proceso de evolución frente a reportes que señalan graves carencias en el aprendizaje de todos los estudiantes de los sistemas escolares, pese al incremento sistemático de las inversiones en educación.

PISA y el caso mexicano

Los estudiantes mexicanos obtuvieron un puntaje bajo el promedio de la OCDE en lectura, matemáticas y ciencias, en el examen internacional que se realizó en 2018 bajo el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).  México se mantiene en el penúltimo lugar de desempeño de los 37 países de la organización y en los sitios más rezagados de los 79 Estados y economías participantes.

Los datos clave también indican que “en México, sólo el 1% de los estudiantes obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos (nivel 5 o 6) en al menos un área (promedio OCDE: 16%), y el 35% de los estudiantes no obtuvo un nivel mínimo de competencia (Nivel 2) en las 3 áreas (promedio OCDE:13%)”.

La realidad, como crudamente la describe Herrera de la Fuente, lo que tenemos es una “formación mediocre, promotora del analfabetismo funcional, cómplice del embrutecimiento televisivo, generadora de una mentalidad instrumentalista, unilateral y acrítica, adecuada para la explotación más salvaje en el mercado laboral”.

TIC en la educación

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son cada vez más populares al facilitarse su acceso y volverse masivas.

La Encuesta sobre Disponibilidad y Uso de Tecnología de la Información y Comunicación en los Hogares (INEGI, 2018) reporta que en México hay 74.3 millones de usuarios de Internet de seis años o más, que representan el 65.8% de la población en ese rango de edad. Se observa un crecimiento de 4.2 puntos porcentuales respecto al año previo (71.3 millones de usuarios).

Según el estudio, las tres actividades de los usuarios de Internet en 2018 fueron: entretenimiento (90.5%), comunicación (90.3%) y obtención de información (86.9%). Aunque no se explica con detalle, aunque la herramienta se utiliza primordialmente para la comunicación e información, se sobreentiende que se concentra en y para el entretenimiento.

Por ello, una cosa es que se utilicen las tecnologías -el acceso y la disponibilidad-  y otra muy distinta es la calidad de su uso: que se usen de forma inteligente y apropiada para la información, comunicación y educación.

Es probable que el mercado las hace disponibles cada vez con mayor número de herramientas, fácil manejo y a un menor costos. Nadie podría quejarse de lo fácil que es hoy acceder a un teléfono inteligente y más poder de procesamiento.

Sin embargo, las finalidades y naturaleza de su uso serán lo que marque la diferencia entre los usuarios. Habrá grupos sociales con mayor formación y habilidades para utilizar la tecnología con fines asociados a la inteligencia y el conocimiento colectivo. Otros grupos sociales, sin formación adecuada, utilizarán la tecnología de manera mecánica y sin relevancia cultural o formativa.

Carecer de los conocimientos adecuados y una visión crítica, provocará un apropiación poco significativa y valiosa de las tecnologías digitales, provocando con ello usos consumistas, sujetos alienados y dependientes de las tecnologías. Mismo diagnóstico de hoy en día.   

Multialfabetización inevitable

Desde esta perspectiva, la alfabetización de hoy debe aportar las competencias intelectuales necesarias para interactuar tanto con la cultura existente como para recrearla de un modo crítico y emancipador, libertario, como un derecho ciudadano en la sociedad moderna.

En este contexto, la escuela debe ofrecer igualdad de oportunidades en el acceso a los recursos tecnológicos y más que nunca en la capacitación para el uso inteligente y culto de la información y del conocimiento, con la finalidad de formar individuos capaces de pensar y construir una sociedad mejor a la que actualmente existe.

Una condición inevitable para un desarrollo social armonioso y democrático de la sociedad de este siglo es la multialfabetización. Hay evidencia de que la escuela parece estructurar espacios de alto aprovechamiento para las TIC, por lo tanto, es aconsejable tomarlos en cuenta para el diseño de políticas públicas orientadas a elevar los indicadores y los beneficios de la integración a la sociedad de la información. Ojalá alguien escuche y actué.

Foto: Tomada de Internet (Tal cual, claro y raspao)

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