La revocación no es tema prioritario

Jesús Sánchez, periodista independiente // @Chucho_Sanchez

La “revocación de mandato” podría correr la misma suerte de la “consulta popular”, ser desdeñada por la sociedad, con una participación insuficiente como para que su resultado pueda ser vinculatorio a algo, pero eso sí, muy costosa y polarizante.

Lo que debemos tomar en cuenta es que hasta ahora no existe una Ley reglamentaria de esta reforma y ningún ciudadano ha mostrado su interés en solicitar esta suerte de “plebiscito revocatorio”, además de que el presidente de la República no puede convocarlo por sí mismo.

En la sala de espera del Senado está el proyecto de Ley Reglamentaria que presentó el senador Ricardo Monreal, y a escasas tres semanas de que termine la actual legislatura no se ve qué quieran votarla.

Y si hasta ahora no existe el ánimo para ir otra vez a las urnas, sin reglas menos.

¿Si no hay consulta revocatoria se va a acabar el mundo? Pues no.

Sin exageración, podemos decir que no es un tema prioritario.

Veamos por qué.

El presidente de la República lo es con la legitimidad del voto que fue depositado en las urnas y, créanlo, quienes votaron a favor y quienes lo hicieron por otra opción, esperan que termine el mandato de 6 años al frente del gobierno. La calificación de la gestión ocurrirá en las elecciones de 2024.

El único que ha mostrado interés en llevar a cabo un ejercicio de ese tipo, es ya saben quién. Y no puede ser juez y parte.

Veamos lo que hay de marco legal.

La reforma de la revocación de mandato se aprobó en diciembre de 2019 junto con la consulta popular y entonces se ordenó al Congreso que en 180 días debería estar lista la Ley Reglamentaria. Han transcurrido más de 575 días y no hay nada. La actual legislatura va de salida y la entrante lo hace en septiembre.

El único que ha sugerido una fecha tentativa para ir a las urnas con este tema es el propio Presidente de la República. Es una buena fecha, dijo, refiriéndose al juarista 21 de marzo. Pero tampoco hay nada formal.

Cuando se aprobó la reforma, los legisladores de Morena daban por hecho que la solicitud de firmas se haría en noviembre de 2021 para culminar el 15 de diciembre de este mismo año. Esta apreciación es muy dialéctica, como puede que sí, puede que no.

Aquí hay varios problemas pues el decreto aprobado señala que cuando la solicitud sea procedente, el INE emitirá la convocatoria y la jornada de votación será a los 60 días de expedida.

Pero la ley Monreal propone que la votación sea 90 días posteriores a la aprobación de la convocatoria por el INE, en fecha que NO coincida con elecciones federales o locales. Lo cual no obliga a que sea el 21 de marzo.

Pero en los detalles está el diablo, dicen.

Según la propuesta ley Monreal, para que sea válida la solicitud de revocación de mandato deberá estar respaldada por al menos el 3 por ciento del padrón nacional de lectores, es decir, casi 3 millones de firmas representativas de 17 entidades del país.

Pero quizá lo más importante es que dicho reglamento NO especifica el o los elementos para ir a la revocación. El único argumento que se considera “es la pérdida de confianza”. Nada más ambiguo y subjetivo.

Tampoco se sabe quién va a formular la pregunta ni qué dirá.

Como en la consulta popular, para que el proceso sea válido, se necesita la participación del 40 por ciento de personas inscritos en el padrón nacional de electores, algo así como 37 millones 439 mil 23 mexicanos. Mmmmm.

El proyecto Monreal señala que la solicitud solo podrán hacerla las “personas ciudadanas”, o sea que los partidos estarán impedidos para hacerlo o promocionarlo. Se espera que Mario Delgado tome nota.

Ojo, mucho ojo, quedará prohibido el uso de recursos públicos para la recolección de firmas de apoyo.

Y para que luego no acusen al INE de todo. Se prohíbe la propaganda gubernamental desde la expedición de la convocatoria hasta que concluya el proceso. ¿O sea que no habrá mañaneras por tres meses?

Y para que no queden dudas, son impugnables todos y cada uno de los actos y resoluciones relativas a la revocación de mandato.

Segmentos importantes de la sociedad no ven justificada la urgencia con que se quiere manejar este tema. Ricardo Monreal insiste en que sin reglamento será difícil ir a la consulta y tiene razón.

Para el presidente de la República el plebiscito revocatorio no es un tema legal sino político y por ello advierte que sin que se tome como un desafío, “la consulta va”.

Más leña a la polarización.

Columnómetro de Aquiles Baeza

1.- Juego sucio.

Usan en la mañanera un tuit falso atribuido al recién nombrado presidente del TEPJF Reyes Rodríguez Mondragón @ReyesRdzM para amarrar navajas con AMLO.

Reyes Rodríguez aclaró en su cuenta oficial: Fue un montaje para desacreditar mi labor y mi persona.

Ya había presentado una denuncia ante la fiscalía por ese falso tuit el 09 octubre de 2020.

A ver si en la mañanera se disculpa el vocero por usar fake news, pues al único que dañan es al Presidente de la República.

2.- Una pésima noticia para las instituciones académicas del país es la renuncia del director del CIDE, el muy respetado Sergio López Ayllón. La incertidumbre cubre al CIDE y a otros centros educativos de prestigio.

3.- Otra mala noticia. Hay 3.8 millones de nuevos pobres en México, para totalizar 55.7 millones, de acuerdo a estimaciones del Coneval.

4.- Humor negro in/voluntario.

_Los principales problemas del país son los baches no la inseguridad.

¿La violencia criminal es por los baches?

5.- ¿En qué cabeza cabe?

_Es cierto, pero es exagerado.

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