Traen entre ojos a los «burócratas Fifí» del INAI

El presidente electo trae entre ojos a los consejeros del INAI, a los que ya les colgó la etiqueta de que son parte de la “burocracia dorada”, algo así como la burocracia Fifí.

El problema es que en medio de la desconfianza y abierta animadversión, quedan atrapadas la transparencia, la rendición de cuentas y la lucha contra la corrupción. ¿En esto consiste la purificación de la vida pública?

Pero esto desconcierta a cualquiera. ¿Qué no?

El cruce de antenas es más que evidente. Olga Sánchez Cordero, senadora y virtual secretaria de Gobernación, tiene un discurso distinto, más conciliador e incluyente que no va al choque frontal y ofrece que el próximo gobierno trabajará en la consolidación del gobierno abierto.

Pero Irma Eréndira Sandoval, que será la titular dela SFP, trae el mismo cassette de su jefe y anticipa que “la transparencia es austera o no es transparencia” y por eso pidió a los consejeros formar parte de la austeridad republicana. O sea, recortarse el salario.

Pero parece que todo esto no se reduce a una cuestión de salarios altos o al mito genial de la “burocracia dorada”, sobre todo después de la boda Fifí del año.

Apenas el 2 de octubre, el presidente electo reiteró lo que ya había dicho unos meses atrás, en plena campaña electoral, que se acabará la “burocracia dorada” como la que representan los comisionados del INAI que cobran sueldos excesivos y dan malos resultados. En marzo los acusó directamente de haber sido tapadera del caso Odebrecht y estar al servicio de la mafia del poder. ¡Sopas!

La pesadilla

Para el INAI esta puede considerarse la peor etapa en su historia de 15 difíciles años en los que el sector público, en sus tres niveles, se ha resistido a la rendición de cuentas.

Pero ahora se han visto obligados a defenderse como pueden. Seguramente los consejeros del INAI se ajustarán a los términos de la nueva Ley de la Administración Pública, pero la forma es fondo, sin duda.

Está claro que el presidente electo no le tiene confianza a las organizaciones de la sociedad civil, pues dice que simulan autonomía pero están al servicio de intereses de los grupos de poder. Y ahí entra el INAI, antes le pasó lo mismo al INE, a la CNDH y a otras organizaciones civiles como Mexicanos Primero que nunca fueron del agrado del ya saben quién, porque no lo apoyaron en campaña.

El desconcierto subió de tono pues el mismo día en el que López Obrador le dio el descolón al INAI –el 2 de octubre-, los comisionados divulgaron un acuerdo en el que ordenaban a la PGR hacer pública la averiguación previa sobre el caso Odebrecht. Como para sacarse la espina.

Pero la respuesta de la PGR era la que se temía, se hicieron guajes.

Trapecismo

Hay episodios en los que sus propios integrantes han hecho quedar mal al INAI. Recuérdese la jugada de la ex consejera presidenta Ximena Puente de la Mora, quien intentó calificar para Fiscal Anticorrupción, no pudo y declinó; luego renunció al organismo horas antes de que concluyera el plazo para que aprobaran las listas de los candidatos plurinominales a la Cámara de Diputados, la solicitud la rechazó el Senado porque estaba echa sobre las rodillas. Finalmente se convirtió por obra y gracias de su influencia en diputada federal pluri. Y del PRI. Apenas la libró.

Las aspiraciones de Puente de la Mora mancharon las túnicas de los comisionados, pues se suponía que si bien no son químicamente puros, pues lo disimulan.

El caso es que la reciente Semana Nacional de Transparencia 2018 sirvió como espacio para defender al INAI de la mala vibra.

¿Y entonces? La realidad es que el Sistema Nacional Anticorrupción esta incompleto, pues le falta el fiscal especial, es decir, la cabeza. Y no hay para cuando.

Otro hilo suelto. Apenas el 13 de septiembre el Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción aprobó el Formato Nacional para la Declaración Patrimonial y de Intereses.

Dicho formato tiene impacto a nivel nacional e integra además de la información patrimonial la declaración de intereses de los servidores públicos (que incluye a familiares). Información que desde luego tendrá que ser pública y podrá ser consultada entre otros mecanismos a través del INAI.

Pero no haya prisa, el nuevo gobierno tendrá entre el 1 de diciembre de 2018 y a más tardar el 30 de abril de 2019, cinco meses, para cumplir con este mandato.

Los simuladores

La transparencia en realidad es una debilidad y no una fortaleza de nuestro sistema político.

Para que usted se de una idea tome nota. Si bien la declaración 3de3 es uno de las ventanas de transparencia de los servidores públicos, pocos, muy pocos le hacen caso.

Cheque usted el portal de www.3de3.mx y se sorprenderá pues hasta ahora los únicos funcionarios del gobierno de transición que han presentado su declaración de bienes son Andrés Manuel López Obrador y Miguel Torruco.

De los 128 senadores solamente 52 han hecho público su declaración patrimonial y de los 500 diputados federales, encontrará los datos de 56.

Ya ni se diga de los alcaldes, pues de los 2 mil 457 registrados, únicamente 46 han publicado su declaración y de los mil 125 diputados locales apenas 96 lo han hecho.

De los gobernadores, todavía no se incluyen los que no han rendido protesta, 27 han están con palomita en el portal 3de3, pero cinco tienen tache.

Los gobernadores que no se preocupan por transparentar sus bienes son Francisco Vega de la Madrid, de Baja California; Manuel Velasco, de Chiapas; Cuauhtémoc Blanco, de Morelos; Antonio Echevarría de Nayarit y Arturo Núñez de Tabasco.

Ese sería el colmo pero no. Tome nota. Ximena Puente, la ex comisionada presidenta del INAI, aún no presenta su declaración 3de3.

En la misma situación están Porfirio Muñoz Ledo, Dolores Padierna, Sergio Mayer –aunque lo defienda don Justo Verdad-, Gabriela Cuevas; Pablo Gómez, Gerardo Fernández Noroña, René Juárez y Alberto Puente, entre otros muchos.

De los senadores sus principales liderazgos ya presentaron la 3de3 aunque faltan Olga Sánchez Cordero y Miguel Ángel Osorio Chong.

Y qué cree, pues que mientras está el choque del presidente electo contra el INAI, Morena es el partido más opaco de todos y eso lo dicen las demandas de información no correspondidas, de acuerdo a un reportaje de Reporte Índigo.

INAI incómodo

El colmo es como ven a las instituciones como el INAI, los más cercanos a ya saben quién.

Lo que ven es la tendencia burocrática hacia la burocratización, ha dicho John Ackerman y añade que le ha pasado al INE a la CNDH, a todos los organismos autónomos creados como organismos ciudadanos. La transparencia se ha vuelto moda, insiste.

La defensa del INAI es consecuente. El gobierno abierto no es una moda es una forma de ejercer el poder y sería un error minimizar el avance institucional. Hay resultados tangibles y visibles lo que demuestra que se puede construir una nueva forma de credibilidad.

Y subraya el INAI que no ha habido pasividad, más bien creatividad para avanzar en lo posible, sin dejar de lado el esfuerzo para que el Sistema Nacional Anticorrupción no parezca a nadie un fiasco o una farsa.

Los focos rojos están más escarlatas que nunca y Ricardo Raphael de la Madrid lo señala: Si no damos la batalla por la Reforma no nos quejemos si la contrarreforma viene y nos quita lo logrado.

Quizá lo de menos son las acusaciones a la burocracia dorada. Sin duda habrá recorte de salarios. Pero el recorte presupuestal puede asfixiar al INAI y a otros organismos autónomos en un efecto dominó.

Que pasará con el INAI y al SNA, no lo sabemos. ¿Será esto parte de la llamada purificación de la vida pública?

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Aviso: Por motivos de viaje esta columna reaparecerá hasta el próximo 2 de noviembre.

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