Bolas calientes

Columnómetro de la politóloga Melita Peláez.

1.- Mal pichada la jugada en la inauguración del estadio de los Diablos Rojos.

El colmo. Abuchearon al Presidente, se les fue la luz y el equipo anfitrión perdió.

Fue un infierno para la 4T en redes sociales, mientras que la mayoría de los medios de comunicación tradicionales suavizaron el tono de lo ocurrido.

El contraste resultó muy interesante pues mientras @Reforma fue el más directo con su cabeza: “Y lo ponchan con abucheos”, El Sol de México lo vio al revés: “AMLO poncha a la porra Fifí”.

El Heraldo se fue por la vía incolora: “AMLO abre el estadio Harp Helú”. La Jornada optó por una cabeza con equilibrios: Abuchean a AMLO, “poncharé a la mafia del poder”, responde. El Universal usó un tono más cronicado Abuchean más cuando AMLO los llamó fifís. Y Milenio con una cabeza X: Pelotero la bola. AMLO inaugura estadio de Diablos.

En realidad el abucheo mostró que ni siquiera personajes como el presidente de la República -con la aceptación más alta según todas las encuestas-, tienen suficiente blindaje político para ser inmunes al rechazo social.

Qué esperaba #YaSabenQuién cuando acusó a los gritones de formar parte de la porra Fifí. Más gritos. ¿Qué no?

El evento era deportivo no político. En lugar de atemperar los ánimos los atizó. Y lo único que logró el ciudadano fue un entripado marca Acme.

Fue muy entretenido. En redes los Amlovers quedaron rebasados. Y los memes se dieron vuelo. Lo malo es que se recrudeció la confrontación de los dos bandos instaurados en este sexenio, los chairos y los fifís. Muchos se enojaron.

Si este incidente marcó o no el fin del bono democrático, no lo sabemos todavía, pero lo que es un hecho es que apenas éste es el arranque del sexenio. Y la bola está caliente.

2.- El presidente está en su derecho de responder, eso que ni qué, como dice Olga Sánchez Cordero.

Lo malo es el antecedente de los abucheos contra los gobernadores.

La recomendación del ¡pórtense bien! habría salido sobrando en el infierno de Los Diablos.

3.- Mientras tanto… Los priistas no tienen mucho a dónde hacerse, sobre todo ahora que cambiarán de dirigencia.

Alejandro Moreno Cárdenas es el político mejor posicionado para sacarse la rifa del tigre. Ya confirmó que solicitará permiso al Congreso para dejar la gubernatura en mayo y jugar en la interna tricolor. La apuesta es muy grande, aunque destaca como uno de los pocos que tiene ADN tricolor. Tiene la oportunidad de cambiarle hasta de nombre al PRI, siempre y cuando lo reposicione como fuerza política de peso. Si se equivoca él y los priistas, ahora sí enterrarán a su partido.

José Narro es un académico respetable y como funcionario del pasado gobierno no pudo hacer gran cosa pues eligió por ser un soldado del mexiquense. Digamos que el punto flaco de Narro es precisamente haber sido secretario de Salud, por las historias fantásticas que puedan tejerse aunque no sean ciertas, como hacerse de la vista gorda ante episodios de corrupción.

Además cuando pudo convertirse en dirigente, después de que Manlio Fabio Beltrones se separó de la presidencia del PRI, Narro dejó pasar la oportunidad pues no pataleó cuando impusieron al ex director de la CFE.

Moreno Cárdenas tiene como todos nuestros políticos un pie que hace tierra en el viejo modelo político mexicano. Si logra reinventar al PRI, le dará un plus adicional para ser contrapeso real del poder.

El problema es que el PRI es una fuerza que no puede dejar de vivir a expensas de sus muertos y de sus glorias pasadas. Por ejemplo, presumió un padrón de 6.3 millones de militantes, que le sirvieron de nada en la presidencial de 2018.

Tiene 12 gobernadores, una presencia muy acotada en el Congreso aunque la bancada tricolor en el Senado le impide al partido en el gobierno lograr la mayoría absoluta.

René Juárez Cisneros recientemente aseguró que cuando tomó las riendas, el PRI se estaba hundiendo. Y no lo pudo poner a flote. La realidad de Juárez y Narro es que son cartuchos quemados.

La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, decidió no entrarle. El costo de perder una interna es muy elevado. Ivonne Ortega ha sido varias veces aspirante, pero nada más. Y Ulises Ruiz, no representa que digamos la bocanada de aire fresco que necesita su partido; al contrario es enredado como el queso oaxaqueño.

El PRI es una fuerza que sigue jugando. Pero de las decisiones que tome en agosto, cuando elija nuevo liderazgo, definirán que se mantenga como partido chiquito o que compre boleto para la competencia en 2024.

4.- Aunque el cambio de dirigencia de Morena es en noviembre, la confrontación entre los grupos de Yeidckol Polevnsky y Ricardo Monreal, pintan un panorama desastroso para el partido en el gobierno.

5.- El nombre en letras doradas de Enrique Olivares Santana quedó plasmado en los muros del Congreso de Aguascalientes.

Se trata de un merecido homenaje a la memoria de uno de los políticos y servidores públicos que dedicaron su vida a la construcción del México moderno en el que hoy vivimos. Olivares Santana fue ex secretario de Gobernación, ex embajador de México en Cuba y el Vaticano y ex gobernador de Aguascalientes. A la ceremonia asistieron doña Belén Ventura de Olivares y los hijos de quien inició como profesor rural Héctor Hugo, Teodoro, Elsa y Dora Olivares Ventura.

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Fotos: Tomadas de internet.

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