La guerra que viene
|A la memoria de Ryszard Kapuscinski
La verdadera guerra por el control del Partido Acción Nacional apenas está por comenzar.
Por ahí del 2 y 3 de junio -en el Polifórum León- habrá de realizarse el proceso interno que tiene como propósito la renovación del Consejo Nacional albiazul.
Es decir, están corriendo las últimas semanas de los consejeros que -como líderes partidistas- compartieron parte de la administración foxista y que, en su momento, respaldaron a Manuel Espino para convertirlo en líder nacional panista. También se irán los consejeros que empujaron la fórmula que le hizo contrapeso a Calderón.
Este ejercicio partidista tiene más fondo de lo que uno se imagina, porque de la nueva composición dependerá que terminen o se ahonden las diferencias entre la dirigencia panista y el grupo de Felipe Calderón.
Se sabe que buena parte de los actuales consejeros están colocándose como delegados de dependencias federales, algo que no ocurrió en el sexenio de Fox y que sirvió en ese entonces de argumento para reprocharle al entonces presidente que tuviera marginado a su partido.
Calderón-Espino
En la integración del nuevo Consejo -cuyo periodo de vigencia será de 2007 a 2010- se la jugará Espino, pues pretende influir en la nominación de los candidatos a las elecciones en puerta.
Aunque, en lo que va de la gestión calderonista, tres han sido los frentazos que se ha dado Espino.
1) En Yucatán perdió la posibilidad de imponer a su candidata Ana Rosa Payán, lo que causó una fractura de tal dimensión que aumenta las posibilidades de que el PAN pierda la gubernatura yucateca.
2) Despertó harto sospechosismo con la inclusión de los exintegrantes del gabinetazo foxista al CEN albiazul y más cuando sugirió la incorporación de Vicente Fox a tareas partidistas.
3) El último tropezón tiene que ver con la posibilidad de que Carlos Gelista coronara sus intenciones de reelegirse al frente del PAN-DF, tentativa que seguramente naufragará este sábado, cuando los 88 consejeros capitalinos definan entre esa opción y la candidatura de la joven Mariana Gómez del Campo.
En puerta están otras definiciones como las candidaturas panistas para las gubernaturas de Baja California, donde el priista Jorge Hank Rhon tiene amplias posibilidades, y la de Michoacán, tierra natal del number one de Los Pinos, pero donde no se le ven expectativas al PAN.
Adicionalmente se realizarán elecciones para renovar mil 219 alcaldías de 14 entidades del país y los congresos respectivos. Por ahora la constante es que en el plano legislativo se mantenga la tendencia de la ausencia de mayorías absolutas, lo cual anticipa que el PAN no avanzará mucho en ese terreno.
La tablita
Y aunque las señales entre los calderonistas y los cercanos a Espino se cruzan, pues unos hablan de una sana cercanía y otros, como Francisco Ramírez Acuña, sostienen que hay sana distancia, en realidad hay poca comunicación.
No sólo se mandan señales de humo sino que también se conectan vía mail, dice el tapatío.
Pero las versiones internas dejan ver que a más tardar en junio habrá ajustes. Éstos no sólo se verán en la dirigencia nacional panista, sino también en el gabinete de Calderón. En la lista de los que podrían irse hay más de cuatro y todos ellos son expresión de lo que pudo haber sido y no fue.
Lavaderus est
** Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza.
a) Los perredistas están tomando las cosas en serio. A muchos ya les cansó el desempeño de su protagónico voz-cero Gerardo Fernández Noroña. Y aseguran que ya se acabó. En su lugar, permitirán a José Guadalupe Naranjo, secretario general del PRD, desempeñar un papel más amplio, como el de ser el portavoz oficial y quien se distingue por mostrar posiciones más claras, lejos de la chacota.
b) La candidata yucateca Ivonne Ortega ha cerrado la distancia entre algunos priistas. Es una buena señal para Manlio Fabio Beltrones porque es la primera candidata de peso que sale de su bancada en el Senado. Y los diputados, con Emilio Gamboa Patrón -su paisano- al frente, tampoco le han regateado su apoyo.
c) Los priistas mexiquenses aseguran que ya se pusieron las pilas. El líder tricolor Ricardo Aguilar Castillo dispuso una evaluación permanente al desempeño de los representantes populares, para vigilar que cumplan con la responsabilidad que tienen y no defrauden a la ciudadanía. Se trata, dijo, que la gente vuelva a confiar en ese partido.
d) La dirigencia nacional del PRD sufre de agotamiento y aunque por estatutos no pueden adelantar el relevo, los grupos del PRD coinciden en que la única opción para la nueva dirigencia es Jesús Ortega Martínez, quien será el encargado de construir la candidatura presidencial para 2012. Con o sin ya saben quién.
Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)