Luego por qué no le creen al Congreso
|Cada vez que los senadores o diputados anuncian que están listos para ir al debate y discutir los temas pendientes de su abultada agenda legislativa, nadie les cree.
Y menos cuando aseguran que están dispuestos a ir a un periodo extra de sesiones, a “la brevedad posible”.
Los senadores y diputados tienen una manera muy particular de medir el tiempo. “La brevedad posible” puede convertirse en una semana, un mes, un año o lo que usted guste.
Es más, el mejor ejemplo de que el tiempo legislativo es de hule se puede confirmar durante las sesiones del Congreso pues una sesión puede durar el tiempo que quieran mientras se vayan a receso y no se anuncie que termina y se hace sonar la campanita de la mesa directiva.
Esto viene a cuenta con las largas que le han dado a temas como la elección del titular de la Fiscalía Anticorrupción y la dictaminación y aprobación de la Ley de Seguridad Interior. Los legisladores se han destacado como maestros de la simulación, porque hacen como que están muy interesados en los temas pero a la hora de la verdad se justifican, dicen que no hay consensos y los batean.
Nadie duda que están politizados y que los grupos parlamentarios decidieron dejar para después de las elecciones de junio, la posibilidad de sentarse a buscar los susodichos acuerdos.
Es más, en caso de que se compliquen los resultados electorales, no dudamos en que el tiempo siga corriendo sin resultados. Las leyes se convierten en rehenes de los intereses políticos de los legisladores, ¿qué no?
Eso nos lleva a una primera conclusión, que a los legisladores les importa un rábano el trabajo legislativo, por decirlo en términos elegantes.
Por eso cuando el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció que el gobierno federal renovará los convenios de las fuerzas de seguridad federales con los estados, a cambio de que cada quien asuma la responsabilidad que le toca, lo que quiso decir fue que no pueden quedarse esperando a que los legisladores determinen la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, cuando se les ocurra.
Y si lo acusan de que está politizando el tema por los tiempos de la sucesión, Osorio Chong le dijo a Ciro Gómez Leyva, que más politizado no puede estar.
Los recientes eventos de violencia en Tamaulipas y Puebla, que se suman a la ola de crímenes en Guerrero, Sinaloa y Baja California Sur, son algunos de los casos que le dan más que la razón a la nueva legislación, pues tiene que ver con la regulación de la participación de las fuerzas armadas en tareas de combate a la criminalidad.
El dato escalofriante que dio ayer Osorio Chong es que únicamente 50 de las mil 800 policías municipales están preparadas profesionalmente para asumir su responsabilidad. ¿Y las otras mil 750 policías municipales? Con razón estamos como estamos.
A la memoria vienen los datos de la organización Causa en Común que en su corte del 28 de febrero, confirmó que el 7.3 por ciento de los elementos policiacos de las entidades del país, han reprobado los controles de confianza. ¿Y qué cree?, la mayoría siguen en activo.
Las entidades donde se registra el mayor número de casos de personal reprobado son Sinaloa, Michoacán, Veracruz, Baja California Sur y Nayarit y donde han menos reprobados son Campeche, Guanajuato, Coahuila, Estado de México y Puebla.
Pero muchos se lavan las manos. Los gobiernos estatales y municipales se culpan de que no reciben suficiente presupuesto o que les llega tarde; que el mando único los inmoviliza; que no hay coordinación entre autoridades estatales y municipales y luego que los federales no les hacen caso a los estatales. Etcétera, etcétera. El caso es que no asumen sus compromisos y si consideran que los delitos son federales no se meten los locales. Y sobre todo, que les restan autoridad a los policías municipales. ¿Y entonces quién cuida a los ciudadanos? Es un círculo perverso.
Ayer senadores y diputados dijeron que están listos para ir a un periodo extra siempre y cuando exista un dictamen y el consenso de la iniciativa de Ley de Seguridad Interior. Luego se quejan de que nadie les cree.
Lavaderus est
1.- Una pista para la fiscalía de delitos electorales es buscar a Eva Cadena en Guatemala, con eso que está de moda ese centro urbano para pasar medio desapercibido.
2.- Ya se sabe, ya se supo que al mismo tiempo en que ocurrió el incidente del pasado fin de semana en el Metro, cuando algunos usuarios saltaron de los vagones porque el convoy no hizo parada, la mayoría del personal sindicalizado del Metro, encabezados por su dirigente, departía al mismo tiempo con una candidata al gobierno mexiquense. Todos estaban comisionados en la pachanga política. El punto es que estaban apoyando a la candidata de Morena, lo cual fue interpretado como un desaire para su patrón Miguel Ángel Mancera. ¿Y los usuarios del Metro?, bien gracias.
3.- Una buena noticia. Álvaro Matute Aguirre, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras y emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, fue electo por unanimidad miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua. El destacado académico comentó al conocer su nombramiento: “No somos nada sin lo que nos ha dado la Universidad (UNAM). Muchas felicidades, la noticia nos enorgullece.
4.- Anuncia el IMSS un plan piloto para prevenir enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión arterial, cáncer de mama y próstata. Vaya, ya se están poniendo la pila.