Reelección, ¿con pase automático?

Por Jesús Sánchez, periodista independiente // @Chucho_Sanchez

La reelección en México tiene mucho de surrealista, tanto que es vista como la maroma de las maromas.

Hasta los que dicen que no se reelegirán, dejan pedacitos de dudas esparcidas en el camino, que echan a volar la imaginación de cualquiera.

__Definitivamente no, no buscaré la reelección, ¿verdad Clau?

Existe un documento notariado en el que #YaSabenQuién se compromete a que terminado su sexenio se retirará definitivamente de la política. ¿Por qué no le creen?

El caso es que muchos diputados y senadores están muy a gusto con la dieta, aguinaldos y extras, aunque resulte fatigoso levantar el dedito o quedarse ronco de tanto gritar. Pero nada les garantiza que pasarán en automático.

El fuero es el fuero y por eso hay quienes esperan llegar a las curules y escaños merced a la lealtad mostrada y a los premios de consolación prometidos. En el último lugar de las prioridades están los votos de los ciudadanos.

El Congreso es una pieza clave en la ecuación del inquilino del Palacio Virreinal, pues aunque su corcholata favorita ganara la presidencial, si no tiene mayoría calificada en el Congreso, pues eso y nada son lo mismo.

En San Lázaro solamente 33 diputados federales de 500 no se apuntaron en la talis dorada para reelegirse, mientras que 40 de los 128 senadores prefirieron jugársela en otras canchas.

Eso sí, los 467 diputados federales y los 88 senadores que sueñan con repetir y ya se lo hicieron saber al INE, seguirán cobrando su dieta pues no hace falta que soliciten licencia y, además, recibirán la lana que les de su partido para promocionarse.

Los legisladores sí tendrán su feliz navidad. ¿Y los damnificados del huracán Otis? Bien, gracias.

De los 201 diputados de Morena, 176 quieren quedarse; en el caso de los senadores de 60, a 38 ya les gustó.

Como en los viejos tiempos del partido prácticamente único, la regla ´debe de debe´ de la mayoría oficialista, fue aprobar las iniciativas del Ejecutivo sin hacerle gestos.

Así empujaron la desaparición de las estancias infantiles, la eliminación de más de 100 fideicomisos, la aprobación de la contrarreforma educativa, la contrarreforma energética y la de seguridad, además de dar su aval al Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles, que siguen sin garantizar rentabilidad.

Cuando perdieron la mayoría calificada en las elecciones de 2021, las iniciativas de #YaSabenQuien se atoraron. Un lamentable episodio que pulverizó los acuerdos y consensos parlamentarios ocurrió en la sesión nocturna del 28 de abril de 2023, cuando sin oposición y en lo oscurito aprobaron la Ley Minera, la desaparición del Insabi, la extinción de Financiera Rural y otras.

El Congreso aprobó además para al ejercicio 2024 el gasto público más militarizado de la historia, ya que para la Defensa autorizaron aumentos del 121 por ciento y para la Marina, de 68 por ciento.

Para 2024 se esperan elecciones muy competidas, difíciles, de mucho pataleo.  Y créalo, no hay encuestadora que tenga el don de ver o anticipar el futuro. En la integración del nuevo Congreso no habrá pase automático.

Columnómetro de Aquiles Baeza

1.- Que Chente Fox se está anoroñando, dicen sus detractores, pues sus desmedidos comentarios en redes sociales contra la influencer naranja, se convirtieron en tendencia, un regalote para quien por cierto aprovechó el dislate y le metió pauta.

Hizo bien doña Xóchitl en condenar la agresión verbal de Chente como diciéndole, no me ayudes compadre.

2.- La novedosa campaña de Las mañaneras de Xóchitl, refiriéndose a las mujeres que se la rifan desde muy temprano y todos los días para salir adelante, cambió radicalmente la manera de ver las otras mañaneras de palacio.

3.- AMLO acumula siete semanas a la baja en popularidad.

La medición la hizo Consulta Mitofsky quien estableció que el 24 de noviembre la popularidad presidencial se colocó en 56.3 por ciento, contra 60.2 por ciento que tenía el 6 de octubre. Casi cuatro puntos abajo, zas.

4.- Échense este trompo a la uña.

En términos de votos posibles, México tiene 4 segmentos, según posteó Héctor Aguilar Camín @aguilarcamin en la plataforma X:

Leales: 21% (voto duro AMLO).

Switchers 1: 21% (votantes muy pro-AMLO).

Antis: 23% (voto duro anti-AMLO).

Switchers 2: 35% (votantes “huérfanos”, distantes de AMLO, pero sin casilla elegida).  

5.- De la imaginaria popular.

Dicen que cuando decidieron revivir la aerolínea conocida como “aeromaybe”, el generalísimo ordenó a su subalterno: ¡Consíguete 8 Boeing´s! ¡Pero ya!

El afanoso subalterno regresó media hora después. ¡Misión cumplida señor! Conseguí no 8 sino 10 boing, pero solo había de guayaba.

6.- Los estados del norte y del Bajío son los de mayor atracción para el nearshoring. Los más competitivos son Querétaro, Guanajuato, Coahuila, Aguascalientes, Sonora, Tamaulipas y Nuevo León.

Los principales obstáculos son la inseguridad, la falta de apoyos fiscales, falta de agua, luz y la certeza legal.

La realidad es que el nearshoring está lejos, muy lejos del sureste mexicano.

7.- En el próximo sexenio la suerte del nearshoring en México dependerá de  estatismo a ultranza o el liberalismo social.

8.- Por cierto, los miles de damnificados por el paso del huracán Otis siguen necesitando ayuda. La emergencia no ha pasado, aunque la quisieron acabar por decreto. A alguien le quedó muy grande el manejo de la tragedia.

Fotos tomadas del archivo de Quadratín e Internet.

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