Reformas AMLO salen por votos

Por Jesús Sánchez, periodista independiente // @Chucho_Sanchez

El tan anunciado paquete de reformas constitucionales que se conocerá a detalle el próximo lunes 5 de febrero en Palacio Nacional, incluye iniciativas de chile, dulce y de manteca, las cuales pese a que no tienen ninguna garantía de que pasarán el filtro del Congreso, cumplen con el objetivo de mantener a la 4T en el debate de aquí a las elecciones de junio.

Y no es por exagerar, pero este paquete de reformas transexenales marca AMLO será el eje de la campaña de la candidata presidencial oficialista y de los candidatos de la 4T. Mientras son peras o manzanas, salen a buscar los votos que no tienen.

Hasta ahora el número de iniciativas posibles pasó de siete a diez y contando.

Vemos que reformas como la judicial, más que un cambio estructural de gran calado parece un cobro de cuentas porque los ministros de la Suprema Corte no se alinearon a los deseos de #YaSabenQuién.

Que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por el voto ciudadano y que se reduzcan sus salarios para que nadie gane más que el Presidente, solo pretenden doblar a uno de los tres poderes de la Unión.

La iniciativa que ordena que la Guardia Nacional (GN) se incorpore a la Secretaría de la Defensa, no solo es inconstitucional, manda al diablo una resolución de la Suprema Corte para que la Secretaría de Seguridad civil asuma el control de la GN.

Otro regalazo al ejército será cederle el control del obsoleto sistema ferroviario para que transporte carga y pasajeros.

Hay iniciativas que son remache del voto duro de la 4T pues tienen que ver con los programas sociales y las pensiones.

La semana de 40 horas, que el aumento al salario mínimo sea superior al de la inflación, que los trabajadores y empleados puedan recibir pensiones del 100 por ciento del salario con el que se jubilan; que la edad para jubilarse baje de 68 a 65 años y que la subvención a las personas con discapacidad sea un derecho permanente, son casi el paraíso.

Lo que no explican es de dónde saldrán los recursos y qué programas y partidas serán sacrificables. Y no hay, no hay en el horizonte una Reforma Fiscal que de certeza, pues saben que el tema de los impuestos no genera votos, los ahuyenta.

Ahora bien, la campaña para borrar de la faz de la tierra a los organismos autónomos como el Inai, el IFT y la Cofece, parece más una necedad, una oda a la opacidad.

El colmo fue la petición de la titular de la CNDH para eliminar al organismo a su cargo porque dice que no sirve para nada. ¿Es el organismo o su dirección?

Las reformas a la legislación electoral son una podadora a la democracia: quieren cambiarle el nombre al INE, reducir el número de consejeros, eliminar el financiamiento público a los partidos, desaparecer las pluris (más bien que todos sean pluris); reducir los congresos locales y que los gobiernos puedan difundir propaganda en tiempos electorales.

Eliminar el fuero presidencial y reducir al 30 por ciento el umbral de la participación ciudadana para que las consultas populares sean vinculatorias. Al rato pedirán que sean a mano alzada.

Las reformas transexenales de AMLO van por votos que no tienen sus candidatos.

Datos de portada, tomados de la Encuesta de El Financiero 29-01-24

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