Campañas, de miedo
| Prácticamente en la recta final de las campañas presidenciales -uffff de alivio justificado-, los candidatos hacen circo, maroma y teatro para reposicionarse ante un universo electoral que no tardará en sintonizarse en la euforia futbolera.
Los monitoreos que realizan cotidianamente los especialistas en puntos de vista del Chamanic Center no dejan lugar a dudas de un cierre de campañas que estará de miedo.
Mientras Felipe Calderón flota en la burbuja de las encuestas, se pone la verde y anda coptando priistas resentidos, Roberto Madrazo es blanco otra vez del «fuego amigo» y Andrés Manuel López Obrador dobla su brazo con Televisa pues parece que sus programas en TV Azteca no le dieron el resultado esperado.
Aunque Patricia Mercado tiene todavía serias diferencias con un segmento de su partido, también flota en las encuestas con la expectativa de mantener al difícilmente pronunciable PASC en el registro.
Pero eso no queda ahí. Roberto Campa tiene su propia estructura y aunque no acaba de resolver el lío de la filtración de información fiscal de Roberto Madrazo, el candidato del Panal mueve todos sus recursos para lograr por lo menos mantener el registro de su partido.
El Panal le apuesta al voto de la estructura magisterial y ya se sabe que a sus agremiados les están pidiendo nada más y nada menos amarrar 30 votos por cada uno y si son más mejor.
Fuego amigo
Parece que Eduardo Bours no estaba equivocado al hablar de deslealtades dentro de la campaña madracista, porque luego se filtró la intención de renunciar al tabasqueño.
Alguien señaló a los exmiembros del Tucom como los artífices de la propuesta, pero en todos los casos los candidatos de éstos al Congreso están en la jugada. ¿Entonces? Lo más seguro es que Mariano Palacios ni se diera cuenta del «compló interno».
Entre los priistas también se corren bromas.
-Hay una encuesta de una empresa muy seria que coloca a Madrazo 15 puntos arriba de sus más cercanos adversarios.
-¿Arriba de Calderón y AMLO?
-No, no, no. Arriba de Mercado y Campa.
Las estrellas
Donde están que no los calienta ni el sol (azteca) -literalmente- es en el equipo de López Obrador. El tabasqueño sólo concedía entrevistas en vivo a su fiel Ricardo Rocha y a los demás les decía con su dedito que no, o sea que los bateaba, pero ante lo que el propio Peje consideró como «un linchamiento mediático», hizo lo que el subcomandante Marcos -quien ya tiene guaruras de Joel Ortega- y se metió a Televisa.
Y para ver hasta dónde le caló al tabasqueño su caída en las encuestas, se sometió a una entrevista con Héctor Aguilar Camín -bastante aburrida, por cierto- y luego se fue con Brozo. Unas semanas atrás en una entrevista con Víctor Trujillo el tabasqueño no le respondió siete preguntas, ahora sí, entre el chacoteo. Sólo falta que aparezca con Adal Ramones, a lo mejor en Cantando por un sueño. La entrevista con el teacher, Joaquín López Dóriga, confirmó que AMLO ya está en el aro.
Y de paso destaca lo que dijo Brozo a Carlos Loret: «Ahora que lo amarren, anda suelto y va a querer estar en todos lados.»
En la hamaca
Calderón está arriba en las encuestas, hasta el Financial Times lo reconoce, pero sus actos siguen siendo modestos, o sea, sin gente. Sus estrategas le recomiendan no confiarse. Los señalamientos de apoyos del gobierno federal al panista son de forma y fondo, eso se nota. Y por supuesto, el gobierno en turno hará todo para permanecer en el poder.
Pero el escenario catastrófico no desaparece. De ocurrir un triunfo con uno o dos puntos de diferencia, la posibilidad de que los perdedores no lo reconozcan es real. Y como todavía estará en funciones la actual legislatura, ¿quién dice que el PRI y el PRD no aprueben fast track una reforma para ir a la segunda vuelta electoral?
Jesús Sánchez / Recuento Político (EL FINANCIERO)