Despedida

 A continuación, la carta que cierra el ciclo de la familia Cárdenas Estandía, que hoy dejó la propiedad y dirección de EL FINANCIERO.

EL FINANCIERO ha sido nuestra vida

Durante tres décadas el periódico se ha mantenido, estable, en un primer plano. Surgió como el primer diario especializado en ese entonces inexplorado periodismo especializado en finanzas; luego fue afinando su escritura informativa para ulteriormente poder desarrollar un estilo que, a la fecha, se ha mantenido vigente en los diversos ámbitos de la prensa nacional. Es importante precisar el año de 1988, ya que es el periodo en que este diario se convierte en un rotativo de información global, no sin extraviar las raíces que le dieron su origen, madurando a la par en su formal sentido noticioso.

Este esfuerzo lo cristalizamos en un periódico que ha sabido ganarse, con los años, las indispensables credibilidad y confianza lectoras. También rompió, tanto en el país como en el mundo, con los paradigmas de la modernidad en los medios de comunicación

Pero Rogelio Cárdenas Sarmiento y nosotros, su familia en EL FINANCIERO, nos encontramos con lo inexorable: el reto de afrontar una inesquivable enfermedad que llegó lentamente silenciosa, al mismo tiempo que teníamos que responder a las exigencias y expectativas del crecimiento del diario.

Vivimos un largo padecimiento, pero nos encontramos con un espíritu que se aferró a la vida y un dolor que, intransferible, no lo dejó hasta el último aliento.

En vísperas de la muerte del esposo y padre, nos pidió, y a la vez nos comprometimos, a resolver los pasivos que pesaban sobre el rotativo.

Lamentablemente, tras su larga enfermedad, en sus últimos días confió y delegó en su equipo gerencial la tarea de evaluar el tamaño real de los pasivos administrativos, y resolverlos. Pero no fue así.

Nos pintaron una realidad muy distinta a la que encontramos semanas después, cuando asumimosla Presidencia y Dirección General en EL FINANCIERO.

Nos alegra que esa situación no la conociera Rogelio. Habría sido mucho más doloroso para él. Pero nadie hizo suya, entonces, esa responsabilidad.

Al asumir el riesgo de redirigir el periódico, lo hicimos en primer lugar para cumplir con la promesa que ofrecimos para enfrentar su ausencia: cuidar la casa, velar por preservar los principios, la integridad y el prestigio del periódico, los cuales, a lo largo ya de tres generaciones, han estado bajo la responsabilidad familiar.

Como en todas las travesías, ha habido momentos dulces y agrios, que, sin embargo, nos han fortalecido. Con el paso del tiempo conocimos a gente muy valiosa y comprometida; y es ese equipo el que ha hecho posible que EL FINANCIERO sea reconocido por su integridad, nunca ensuciada por intereses públicos o privados.

Viviremos agradecidos, siempre, por el respaldo y el acompañamiento que los trabajadores de EL FINANCIERO tuvieron a lo largo de estos años.

Estamos satisfechos, porque vencimos los obstáculos superando las circunstancias –a veces numerosas, a veces incontables– difíciles, y porque honramos el compromiso que hicimos con Rogelio Cárdenas Sarmiento, esposo y padre aún presente en nuestras vidas.

Lo decimos con orgullo: hoy por hoy EL FINANCIERO está saneado y pagada la totalidad de los pasivos fiscales y de otro orden.

Nos vamos con la frente en alto.

EL FINANCIERO es hoy una empresa sana y con una línea editorial sólida y, sobre todo, profesional.

Se cierra este ciclo en un diario que tiene todo para desarrollar, sin lastres, para cruzar una nueva travesía.

A este proyecto periodístico, al que la familia Cárdenas Estandía aportó su vida, le deseamos la plenitud y el esplendor que se merece por su esencia y la gente que por él ha velado.

Este medio, a partir de hoy, queda en las manos de Manuel Arroyo, a quien auguramos un camino insospechado de rutas inagotables y de éxitos en la sociedad informativa, que tanta falta le hace a nuestro querido México.

Pilar, Jimena y Rogelio (familia Cárdenas Estandía)

 

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *