El auditorio Justo Sierra o «Che Guevara», cumplirá 16 años de ser tierra de nadie
|Muy pocos recuerdan que el auditorio Justo Sierra, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, lleva ese nombre en honor de uno de los fundadores de la máxima casa de estudios, pero le fue impuesto el sobrenombre de auditorio «Che Guevara» bajo cuya bandera ha permanecido ocupado casi 16 años por activistas que participaron en la huelga del 2000 y que con el paso de los años han cambiado su marca de ultras a anarquistas.
En el discurso de inauguración del auditorio, el 22 de septiembre de 1962, el rector Ignacio Chávez consideró que se pagaba una deuda histórica ponerle el nombre de Justo Sierra a un espacio en la Facultad que fundó en 1910.
Por excelencia el auditorio Justo Sierra siempre fue un espacio plural. Si bien hace 48 años fue escenario para las asambleas del movimiento estudiantil de 1968, en su momento también fue el centro de operaciones de los integrantes del Consejo General de Huelga (CGH) que realizó un paro que duró de 1999 a 2000.
Durante la gestión del entonces rector Juan Ramón de la Fuente, al final de la administración del presidente Ernesto Zedillo, la intervención de la Policía Federal Preventiva en esas instalaciones puso fin al paro estudiantil.
Pero siete meses después de que terminó la huelga -en septiembre del año 2000-, un grupo de ultras se apropió de las instalaciones indefinidamente. Y lo dejaron en el olvido, como tierra de nadie.
Ya en la administración del rector José Narro se analizó la situación para recuperar las instalaciones del Justo Sierra o «Che Guevara», pero quedó únicamente en eso, en buenas intenciones.
Muchos alumnos de la @UNAM_MX no conocen el auditorio, incluidas varias generaciones de la Facultad de Filosofía y Letras y ni que decir de otras escuelas.
Al cumplirse 15 años de la toma del inmueble, una nota publicada en La Jornada (23-11-2015) ayuda a darnos una idea de la importancia de la emblemática sede:
«Personalidades de la talla de José Saramago, Pablo Neruda, Susan Sontag, José Revueltas, Octavio Paz, Pablo González Casanova, Luiz Inacio Lula da Silva, Luis Villoro, Carlos Monsiváis, Charles de Gaulle, Adolfo Sánchez Vázquez, Mario Bunge, entre muchos otros, dictaron ahí conferencias; fue la primera sede de la Orquesta Filarmónica de la UNAM y ahí se realizaron asambleas en las que se gestaron muchas de las directrices de los movimientos estudiantiles de 1968, 1986-1987 y 1999-2000.»
Hace apenas unos años, en 2009, el tema de recuperar el espacio fue debate en la comunidad universitaria: Bolivar Zapata indicó que el tema era delicado pero debía abordarse a través del diálogo.
El constitucionalista Diego Valadés señalaba que el espacio debería disfrutarlo toda la comunidad no sólo un grupo.
En septiembre se cumplen 16 años de lo que algunos consideran como «el secuestro del auditorio Justo Sierra», espacio que sigue en poder «de nadie sabe quién».
Un incidente registrado la noche del 25 de febrero de 2016, que llevó a la detención de uno de los dirigentes del grupo anarquista, que reaccionó con la colocación de barricadas y la destrucción de un vehículo de vigilancia, revivió el tema.
La expectativa de recuperar el Justo Sierra o «Che Guevara» sigue vigente, no se ha esfumado.
El rector Enrique Luis Graue admite que los grupos han cambiado y que es preciso hablar primero con ellos, «saber quienes son y qué están buscando». Ojalá lo logre, porque el auditorio Justo Sierra es parte de la comunidad universitaria. Es de todos.
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