Las elecciones del milenio
Por Miguel Tirado Rasso, consultor
A tres días de la madre de todas las elecciones de nuestra historia democrática, nos encontramos ya en la penúltima etapa del proceso electoral (la última es la jornada, la del día de la elección), en la que el legislador consideró conveniente prohibir toda actividad proselitista de partidos, candidatos y demás personajes protagónicos del proceso, con el ánimo, se ha dicho, de que los electores puedan meditar y reflexionar sobre la emisión de su voto, sin ninguna influencia externa.
Un remanso de tres días, la veda electoral, después de la estridencia de varios meses de campaña y no campaña en sus diversas modalidades, inter, pre y actos anticipados, ignorados o tolerados, estos últimos, por una autoridad sumamente complaciente.
Nuestro paternalismo electoral, que tanto aboga por asegurar el voto libre ciudadano, también prohíbe, durante esos tres días, la publicación o difusión “por cualquier medio, (de) los resultados de encuestas o sondeos de opinión que tengan por objeto dar a conocer las preferencias electorales de los ciudadanos.” (Art 251 frac 6 LGIPE). Mediciones que en este proceso han tenido mejor reconocimiento que en otros anteriores, cuando se cuestionaron sus números y las descalificaron, acusándolas de estar maquilladas. Entonces sus números no fueron muy acertados. A ver cómo les va en esta ocasión, en que varias encuestadoras han coincidido en el orden de preferencias, aunque no necesariamente en los porcentajes, lo que ha creado una percepción triunfalista, cargada de soberbia, poco conveniente para el desenlace del proceso.
Por la magnitud de la elección, es importante recordar qué es lo que está en juego este primero de julio. Entre cargos federales y locales, se elegirán 18,311posiciones que incluyen la Presidencia de la República, la renovación del Congreso de la Unión (500 diputados y 128 senadores), ocho gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán) y una Jefatura de Gobierno CDMX), 972 diputaciones locales, 1,597presidencias municipales, 16 alcaldías (CDMX), 1,237 concejales, 1,665 sindicaturas, 11,042 regidurías, 144 juntas municipales.
Habrá actividad electoral en 30 de los 32 estados de la Federación (no en Baja California ni Nayarit). La lista nominal de potenciales votantes es de 89 millones 123 mil 355 ciudadanos. Según cálculos del INE, la participación ciudadana podría alcanzar hasta poco más de 62 millones de votos, lo que representaría un 70 por ciento del listado nominal, la votación más elevada del milenio. Recordamos que el máximo histórico de participación corresponde a la elección federal de 1994, cuando llegó a 77.11 por ciento de votantes. A partir de entonces, los porcentajes de votación han caído (2000, 64 %; 2006, 58.2%, y 20012, 63.1%).
Participarán poco más de 1.4 millones de ciudadanos como funcionarios en las 156 mil 974 casillas que serán instaladas en todo el país. Estas elecciones serán las más vigiladas de la historia, pues habrá observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), 662 visitantes extranjeros de 54 países y 36,129 observadores electorales nacionales.
También, en este caso, se superan los números de los potenciales votantes nacionales que residen en el extranjero. Por lo pronto, el INE envió poco más de 180 mil paquetes electorales a compatriotas que solicitaron ser incluidos en el Listado Nominal de Electores Residentes en el Extranjero. Según informa la autoridad, al 21 de junio pasado se han recibido ya más de 82 mil sobresvoto, el doble de los emitidos para la elección presidencial de 2012.
Interesante mencionar que para el conteo y cómputo de los votos emitidos en el extranjero, se instalarán 256 mesas de casilla en el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, en donde participarán mil 333 funcionarios de mesa. Esta institución ya ha sido sede, anteriormente en las elecciones de 2006 y 2012, para la realización de esta misma tarea.
Y en relación a lo que interesa y preocupa, el INE ha informado que, considerando el modelo de casilla única, en las que en una misma se aglutinan elecciones locales y federales, el llenado de las actas resulta más complejo y, por lo tanto, más lento, por lo que el flujo de información para el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) será más tardado. Calcula que hasta las once de la noche empezarán a tener los primeros datos. Para las doce, tendrá un avance del 12 por ciento y para las 8 de la mañana contarán con un 82 por ciento de avance sobre los resultados de la elección presidencial.
Pero, como el horno no está para bollos, el INE se ha comprometido a dar a conocer, para las once de la noche, el Conteo Rápido de la elección presidencial. Y es que, no quisiera imaginar cómo se pondría el ambiente, si la autoridad nos mandara a dormir sin darnos al menos una pista sobre las tendencias de la votación. Los nervios, la impaciencia y desesperación de algunos podrían convertirse en una bomba de tiempo.
Por lo pronto, la exhortación es ¡a votar todos!
Porque será la decisión y responsabilidad de los electores la que defina el rumbo que habrá de seguir nuestro querido México.