Una reforma política tropicalizada
|Por Jesús Sánchez, periodista independiente // @Chucho_Sanchez
La verdad es que lo leo, releo y no lo creo. O cómo dirían los yucatecos, lo busco, lo busco y no lo busco.
Lo que es un hecho es que lo que conocimos hace unos días es una contrarreforma política-electoral que pretende borrar de un plumazo décadas de lucha democrática en México y minar la representación popular.
Con todo respeto a quienes plantearon el paquete de iniciativas político-electorales una acotación: Más retro, imposible.
El principal obstáculo es que el partido en el poder y sus aliados no tienen mayoría calificada en el Congreso.
En resumidas cuentas:
El conjunto de iniciativas lo único que hace es realzar lo que constitucionalista Diego Valadés @dvalades identifica como el hiperpresidencialismo (un fenómeno que debimos haber dejado atrás hace mucho tiempo).
Resulta difícil imaginarnos regresar a la remota época de la caída del sistema sin el INE y con un Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (a modo, pues); tampoco imaginamos que se vote en las urnas los cargos de consejeros del INEC, para que sea operado por puros juanitos; la eliminación de 4 de los 11 consejeros suena más a una venganza que a un razonamiento técnico; y la desaparición de los OPLES, no solo es para darle todo el control a los juanitos del INEC, sino que le da al traste a la autonomía de los estados… ¿y el pacto federal, apá?
Pero sin duda, lo que más confundió al respetable fue el tema de los pluris.
¿Adiós a las urnas?
El planteamiento de este paquete de reformas no es tan claro como supondríamos, tanto que hubo mucha gente de la burbuja totalmente palacio que se fue con la finta.
Ahora sabemos que cuando se presentó el paquete de contrarreformas político-electorales ante el partido mayoritario y sus aliados no lo conocían, pero eso sí, repitieron ideas de lo que no es.
Dirían que eso no obsta para que conste.
La jefa de gobierno de la CDMX publicó un tuit que el que dijo que la iniciativa del Jechu propone desaparecer a los diputados pluris, pero qué cree, Gerardo Fernández Noroña la corrigió, no sin antes enviarle saludos.
Muchos no leyeron bien la iniciativa, o simplemente no la leyeron, advirtió @LCUgalde.
Lo que quisieron decir.
La iniciativa pretende desaparecer a los 300 diputados electos por la vía democrática y legítima de las urnas -bajo el principio de la Mayoría Relativa- y sustituirlos a todos, a todos, por legisladores pluris, seleccionados a través de 32 listas estatales.
Está por demás decir que los espacios de los 200 diputados plurinominales vigentes, se esfumarán para dejarle todo el espacio a los nuevos elegidos y palomeados por ya saben quién.
No vaya usted a pensar que los nuevos diputados de la 4T serán producto del dedazo o de la componenda en lo oscurito, del compadrazgo. No, ¿o sí?
La sombra reyesheroliana
Como todos sabemos la figura de los diputados de Representación Proporcional o plurinominales, fue una de las grandes aportaciones de don Jesús Reyes Heroles, principio que fue incorporado a la Carta Magna en la reforma de 1977.
En la inclusión de las minorías vía la Representación Proporcional se confirmó que “la forma es fondo” pues el principio que animó la construcción de ese modelo fue el del “gobierno de mayorías con el concurso de las minorías”.
De esto hacen ya 45 años y entonces la democracia se entendía como el compromiso fundamental para lograr un orden jurídico aplicable a las mayorías con base de la unidad y respeto de la diversidad.
Desde entonces Reyes Heroles subrayaba este principio universal: “La democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo y por el pueblo”. O sea que el concepto no lo inventó la 4T.
Las mayorías son las que deben gobernar, decía la exposición de motivos de aquella iniciativa, pero evitando el abuso de éstas que surge cuando se impide la participación política de las minorías.
“El gobierno que excluye a las minorías, así se funde en el principio de la mitad más uno, únicamente en apariencia es popular”.
El documento firmado por el entonces presidente José López Portillo establecía que “nuestra unidad nacional se consolidará y ampliará cuando la pluralidad sea mejor captada a través de la representación proporcional”. Los otros 100 diputados pluris fueron avalados en la reforma de 1986 con Miguel de la Madrid.
Pero los pluris siempre fueron considerados la crème de la crème del poder legislativo porque no tenían que desgastarse en campañas ni correr el riesgo de quedarse sin curul o escaño, salvo el lugar que ocupaban en las listas.
El principio servía de equilibrio no de base del sistema de representación, por eso es importante alertar qué de aprobarse una barbaridad de ese tamaño, el sistema de representación vía los cargos de elección popular quedaría severamente distorsionado.
El único beneficiado sería el partido en el poder, que tendría garantizada la mayoría absoluta para hacer de la Constitución un papalote.
Otro punto en la penumbra es el del financiamiento a partidos y candidatos pues podría darse carta libre a la inyección de dinero sucio en las campañas, que permitiría al crimen organizado comprar cuantas diputados o senadores quisieran.
La buena noticia es que como se trata de reformas constitucionales, al menos en lo que resta del sexenio se toparán con el dique de la sensatez y la defensa de la democracia en México.
Aunque en una versión tropicalizada, la contrarreforma política, no tiene futuro, pues.
Columnómetro de Aquiles Baeza.
1.- Ya va siendo tiempo que la clase política en el poder le ponga un alto a los discursos de odio, que alientan la confrontación y la división política, porque pueden escalar a niveles que los mexicanos no queremos y no merecemos.
2.- La jitomatina del sábado en Coyoacán, además de reprobable, no deja de ser una pésima señal de que la política está en su peor momento.
3.- Una buena noticia. La Academia Americana de Artes y Ciencias dio la bienvenida a los arqueólogos mexicanos Eduardo Matos Moctezuma @Eduardo54772425 y Leonardo López Luján @LeoLopezLujan integrantes de El Colegio Nacional y responsables del Proyecto Templo Mayor, como nuevos miembros honorarios de esta institución. Muchas felicidades.