Confían en que la Corte defenderá su autonomía, honrará su talante democrático y declarará inconstitucional el Plan B electoral

Esto dijo José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la SCJN en el Zócalo de la Ciudad de México en la magna concentración de ciudadanos que alzaron la voz para defender al INE y el respeto a su voto.

**Cossío aclara que en esta concentración de ciudadanos en defensa del INE y del voto libre, no hay una conspiración, es un derecho consagrado en la Carta Magna.

*Contra la denostación y presiones del Poder Presidencial y sus colaboradores, los ciudadanos confirman su respeto a los ministros y confían en que harán valer la letra de la Constitución.

Versión estenográfica:

Los hombres y las mujeres libres que estamos reunidos en diversas ciudades, hemos elegido sitios cívicos importantes para manifestarnos.

Quienes estamos aquí en la Ciudad de México, no sólo hemos querido llenar el Zócalo, venimos a ocupar respetuosa y temporalmente la plaza de la Constitución.

Quienes estamos en la Ciudad de México no solo hemos querido llenar el Zócalo, repito, venimos a ocupar la Plaza de la Constitución, el espacio físico que alude a la estructura jurídica que reconoce nuestra pluralidad política y nuestra composición pluriétnica, nuestros derechos humanos como proyectos de vida a realizar, la diversidad de nuestras regiones y de nuestra gente, los frenos y los contrapesos para quienes temporalmente ocupan el poder… tem-po-ral-men-te, también a nuestro sistema democrático.

Los procesos electorales previstos en la Constitución son la única manera de elegir y renovar pacíficamente, todo lo que aspiramos a ser. Conforme a ese texto supremo, delegamos parte de nuestro poder soberano en representantes electos periódicamente.

Si estos procesos, los electorales, no se realizan debidamente, una persona puede asumir, puede creer, que su proyecto de gobierno puede sernos impuesto sin importar lo que pensemos.

A finales del año pasado asistimos al intento deliberado y consciente del actual gobierno y de sus mayorías parlamentarias para hacerse, desde la Constitución, del sistema electoral. La marcha del 13 de noviembre, esta inmensa concentración ciudadana, lo impidió.

El gobierno y sus legisladores generaron un Plan B, un mero eufemismo con las mismas intenciones, aprobado de mala manera.   

Los propios legisladores del gobierno identificaron múltiples violaciones en los procedimientos legislativos y en los contenidos de las iniciativas, sin embargo, se negaron a dialogar con sus pares y con nosotros los ciudadanos.

Aún así, para entrar en vigor las reformas tienen que ser publicadas.

Con la publicación se romperá el ciclo político de las reformas. La política dejará de hablar, lo hará el derecho y los órganos de impartición de justicia por conducto de las instituciones previstas en las mismas normas jurídicas que regulan la elección de los representantes populares mediante los cuales han aprobado las leyes que hoy pretenden imponer.

Desconocer el papel de la justicia tal y como ahora lo pretenden, tal y como lo prevé la Constitución, y argumentar la mera prevalencia de la política, de un proyecto político, de un hombre que considera que su proyecto político nos puede ser impuesto a todos, implica ponerse fuera del orden jurídico que sustenta el propio cargo que ahora ocupa. Así de simple, así de claro.

En este momento la Suprema Corte de Justicia conoce ya de diversos juicios de los que se han impugnado dos leyes del proyecto de apropiación de los órganos electorales.

Por la publicación de las nuevas leyes, seguramente se presentarán muchas otras demandas. Ello es lo que la Constitución dispone y faculta a distintos órganos y ciudadanos como todos nosotros.

En ello no hay nada extraordinario, En ello no hay una conspiración. Es el mero ejercicio del derecho y de las facultades contenidas en la Constitución.

Seguramente es que frente a esta posibilidad es que desde hace días se han incrementado las críticas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Presidente y sus colaboradores han denostado a sus integrantes ante la posibilidad de que declaren total o parcialmente sus reformas electorales.

El Presidente ha dicho que la corrupción de sus ministros quedará evidenciada si invalidan sus reformas. Por el contrario, los ministros solo podrían ser considerados corruptos si desconocen lo dispuesto en los artículos constitucionales que detalladamente regulan los órganos y los procedimientos electorales.

El Presidente ha dicho que los ministros serán hipócritas si declaran la invalidez de sus reformas legales. Los ministros serían hipócritas si ocultan sus argumentos, si se separan de sus precedentes y se apartas de las votaciones en las que participen.

El Presidente ha dicho que si los ministros declaran la inconstitucionalidad de las reformas serían aliados de los más privilegiados de nuestra población. Y esto no es así.

Los ministros podrían ser tenidos como defensores de los privilegios solo si debilitan a las instituciones electorales para que los poderes fácticos, la delincuencia organizada incluida, puedan determinar el rumbo de las elecciones y la conformación de nuestros representantes populares.

En las próximas semanas, los señores y las señoras ministras tendrán la oportunidad de demostrarse y de demostrarnos si los calificativos presidenciales tienen o no fundamento. Tengo la confianza de que todos ellos evidenciarán que no son ciertas las expresiones del Presidente y de sus colaboradores.

Estoy seguro qué los ministros considerarán que las irregularidades en los procesos legislativos tienen un serio potencial invalidatorio. Sé que los ministros declararán que las normas electorales que reducen los recursos humanos y presupuestales de los órganos electorales violan los principios de equidad y certeza.

Estoy seguro qué los ministros considerarán que la fijación de los presupuestos por la Cámara de Diputados, viola la autonomía presupuestal del INE. No veo cómo los ministros puedan declarar la constitucionalidad de las reformas legales que de manera tan lamentable han disminuido los derechos políticos de las mujeres.

Hasta ahora los ministros solo han escuchado las palabras ofensivas del Presidente y de sus seguidores. Quienes estamos aquí queremos hablarles con otro lenguaje, con el lenguaje de la confianza y el respeto que corresponde a los demócratas.

Queremos decirles que sabemos de las dificultades que su trabajo implica, de las presiones a las que están siendo sometidos por quienes quieren apropiarse del sistema electoral mexicano.

Queremos decirles a los señores y a las señoras ministras teniendo frente a nuestros ojos el edificio en el que laboran que confiamos en ellos, en su talante democrático y en su capacidad de comprender la gravedad de las decisiones que tomarán para preservar la vida democrática del país.

Queremos decirles que al mirar su casa lo hacemos con respeto, con confianza, vigilantes de su acompañamiento y de su quehacer por la Constitución.

Queridos y libres asistentes a las distintas concentraciones por el respeto al voto y a la democracia. Mexicanos y mexicanas todos. Cuando la Suprema Corte de Justicia determine la inconstitucionalidad de las leyes aprobadas para el apoderamiento de las instituciones electorales conoceremos las reglas de la contienda para obtener el voto público.

Es importante que tengamos en cuenta y que en ningún momento perdamos de vista que la Suprema Corte no va a determinar de manera concreta cómo emitiremos nuestro voto, cómo será contado el voto ni como se integrarán los órganos representativos resultantes de un voto libre, secreto y directo.

De la suma de nuestras participaciones individuales surgirá la composición de los órganos políticos y de ellos las normas jurídicas que regularán nuestras conductas.

Los ministros, estoy seguro, sabrán cumplir con el papel que la Constitución les impone. El resto es tarea de nosotros y solo de nosotros.

Antes de cerrar esta jornada histórica, debemos renovar nuestra conciencia para participar en los asuntos públicos del país. Debemos encontrar las mejores vías para actuar constante y cotidianamente en las acciones políticas encaminadas a la preparación y a la emisión del voto el día de las elecciones.

También para construir una agenda permanente y completa para la realización integral  de nuestra Constitución.

En la Constitución están presentes los caminos para sacar adelante a los mexicanos que tan dolorosamente siguen rezagados, a las mujeres que no terminan por ocupar los espacios públicos que les corresponde, a los indígenas marginados por siglos.

En la Constitución están señalados los modos de erradicar la violencia que inundan al país, nos lastima tanto y termina por extinguirse.

También en la Constitución están establecidas las posibilidades para que cada uno de nosotros y nuestras familias construyan sus proyectos de vida.

Terminemos de celebrar este encuentro de personas libres, comprometidas antes que nada consigo mismas y con su país. Mañana, al volver a nuestras actividades ordinarias pensemos y actuemos en la construcción de una agenda constitucional y democrática.

Recordemos y recordemos siempre que la democracia requiere de demócratas, agentes participativos del cambio, personas involucradas en la renovación de nuestro país. Que cada uno de nosotros estamos llamados a ser demócratas. Este acto cívico tan importante, tan generoso, tan hermoso así lo demuestra.

No solo hoy debemos ser demócratas, debemos serlo a diario y de todas las maneras posibles. Esta enorme concentración ciudadana nos lo ha recordado y aa este llamado hemos respondido.

#MiVotoNoSeToca  

  

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *