¿Votar a ciegas?

Jesús Sánchez

Cierto, es difícil hacer a un lado los distractores teledirigidos, la pirotecnia electoral y el mal humor social que nos agobia, pero no podemos perder de vista las propuestas de las candidatas presidenciales porque en ello va nuestro futuro como sociedad y país.

Se trata de que hagamos un esfuerzo para que luego no nos estemos quejando. Ya saben, el hubiera no existe.

Un voto razonado, nada tiene que ver con las simpatías de una u otra fórmula sino con quien verdaderamente tiene un proyecto de nación que va más allá de los apetitos personales por el poder.

Y mire que el próximo sexenio no viene nada fácil para quien asuma las riendas de la administración pública pues los indicadores disponibles nos refieren datos que pueden ser escalofriantes.

Echemos un vistazo. De entrada, el crecimiento del sexenio que agoniza quedará muy lejos del 6 por ciento del PIB prometido. Olvídese del 6 por ciento, del 5 o 4 por ciento, el sexenio cerrará con un raquítico 1.3 por ciento si bien nos va, y aunque para unos es un milagro, en realidad será uno de los peores sexenios que se tenga memoria.

Triste realidad ver que el déficit público es mayor que la inversión productiva y por si fuera poco los expertos en puntos de vista coinciden en que se rompió la regla de oro de que la inversión debe ser mayor que el endeudamiento.

Está claro que la candidata oficialista no tiene mucho a dónde hacerse pues sustenta su plan de gobierno en la continuidad, incluido el paquete de 23 iniciativas oficiales que hoy esperan trámite en el Congreso, a sabiendas de que si las rechazan, servirán como materia prima de la campaña.

Y Mire, pese a todas las adversidades los empresarios han hecho un enorme esfuerzo por mantener a flote la productividad del país. Resulta plausible el hecho de que las poco más de 4 millones de pequeñas y medianas empresas (Mipymes) que existen generan alrededor del 72 por ciento de los empleos y aportan el 52 por ciento del PIB nacional.

El sector privado a cumplido con su parte de inversión productiva a niveles de 21.5 por ciento del PIB, mientras que la participación del gobierno ronda apenas el 3.2 puntos del PIB, ha quedado a deber.

La propuesta del continuismo va hacia la consolidación del modelo estatista vertical (o lo que es lo mismo, el Estado soy yo), en contraste la contrapropuesta reconoce el valor de las Mipymes y se propone auditar las obras públicas para conocer caso por caso la situación de éstas. 

Otro tema importante es el de los programas sociales. Una propuesta tiene que ver con aumentar la derrama de dinero, con la opacidad como telón de fondo, mientras que la otra se propone reorientar el gasto público sin eliminar los programas sociales pero despojándolos del uso electorero.

Sin duda que una de las decisiones más complicadas será desmiitarizar todas aquellas áreas de la administración pública donde han suplantado a los civiles.

Nada de que estábamos mejor cuando estábamos peor, no aplica para la realidad del presente.

Las propuestas están al alcance de todos, lo mejor es conocerlas para no votar a ciegas.

Columnómetro de Aquiles Baeza

1.- Aunque usted no lo crea, una palabra mal escrita puede cambiar el sentido de una declaración a niveles insospechados.

Nos llamó la atención una entrevista con el emecista Braulio López destacada en el portal lapolíticaonline.com cuya cabeza dice textualmente: “MC no se presta a la simulación, pues los pactos del PRI y PAN como en Coahuila han sido lascivos para el país”. Chan, chan, chan.

Si esa fue la declaración pues en qué estaría pensando, porque eso de lascivos es más feo que calificar a los pactos de lesivos. ¿Qué, no?

Esta es una de las bochornosas consecuencias en esta era digital, la de haber desaparecido de las redacciones el noble oficio del corrector de estilo.

2.- Un boletín del Partido Verde anuncia sus intenciones de ”fortalecer (el) combate a delitos ambientales”.

Qué bueno, pero no entendemos por qué el PVEM calla ante la devastación causado por el Tren Maya, considerado por organizaciones ambientalistas como el peor ecocidio en la historia de México. Más contradictorio, imposible.

Chequen la cuenta en X del buzo y activista Pepe Tiburón @tiburon_pepe #SelvemedelTren donde documenta los daños causados a un milenario y delicado ecosistema, principalmente en el tramo 5.

Pues nada que Putin amarró una nueva reelección hasta el año 2030 en la presidencia de Rusia. Vaya, la noticia no sorprendió a nadie.

Este será el quinto mandato de Putin desde el año 2000 cuando asumió el poder con un periodo de cuatro años como primer ministro de 2008 a 2012.

Esta votación no puede considerarse democrática porque no tuvo oposición tras la extraña muerte de su principal adversario Alexéi Navalny.

Las votaciones se redujeron a un simple trámite, porque la reelección fue considerada desde el Kremlin como un hecho consulado.

Pero Putin no es el único político que le gustó tanto el poder que ha hecho todo para quedarse; Maduro en Venezuela lleva 11 años y va por otra relección, tras inhabilitar vía judicial a su principal adversaria María Corina Machado.

En Nicaragua, Daniel Ortega lleva 27 años y seis periodos de gobierno a su medida, con la misma estrategia, encarcelar a sus opositores. Y así.

Eso de justificar que detrás de la reelección está el pueblo bueno, es parte de la mitología de las autocracias contemporáneas.

Putin en el 2036 de acuerdo a la perspectiva de la IA.

Foto de portada: El Rincón del Chamán… árboles del bienestar.

Fotos tomadas de internet.

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